domingo, 26 de mayo de 2019

Mil y un durum de sangre.


Después del viaje a Madrid, comienza una semana nueva en la que ya estaba planeado vernos el fin de semana ya que el jueves no iba a ser posible. Tras ver qué día nos venía mejor a ambos, decidimos el domingo. Con ganas de que llegara el día y por suerte la semana no se me pasa muy larga. Ya era conocedora de algunas cosas que iban a pasar en la sesión, de las cuales tenía ganas, entre ellas la palincheta, y otras que no y las cuales no tienen nada que ver con mis ideas. Tras leer la información de Amo en su Facebook ya empiezo a imaginar cosas, a no entender ni papa de lo que pone y dudar de conseguir tanto, en el caso que sea lo que estoy pensando. La orden era ropa interior y joya anal. Le pregunto a Amo si puedo añadir otra cosa al conjunto, ya que quería ir así vestida. Amo me aprueba. ¡Bien! Preparo lo que necesito: la ropa interior roja, que es un conjunto de encaje y va entero, los zapatos, mi collar, la americana (esto era lo que quería añadir, es larga, de estas que llegan por debajo del culo y así parece que no hay nada debajo y al quitarla se encuentre con el conjunto), la joya anal, colonia…etc. Llega la hora y Amo me recoge para dirigirnos a su casa. Entrando en su portal me dice:
-Muy tranquila te veo yo a ti ¿no?
Le miro y sonrío, Amo me conoce y sabe que soy nervio puro.
-Joer todo es malo, si vengo nerviosa porque vengo nerviosa, y si vengo tranquila porque vengo tranquila – le bromeo.
Amo ríe. Tras la orden de entrada, como siempre me quito el collar de calle y me pongo el de perra. Los muebles del salón están apartados, dejando espacio en el centro y en la pared hay un palé entre las patas de una mesa boca abajo. 
Probamos posibilidades y demás, me pasea por la mente una inquietante sospecha de que es muy probable que sea para torturarme el coño, entre otras cosas. Hablamos un rato y saca lo que va a necesitar para la sesión. Entre ellas, una lona la cual me quedo estupefacta cuando me dice cuál va a ser uno de sus usos en el día de hoy.  Preparamos las cuerdas y demás para Shibari. Paciente, relajada, sensación de bienestar y mil cosas más siento cuando las cuerdas se pasean por mi piel simultaneando con el contacto con Amo, besos en el cuello, chupa mis pezones, me da azotes... me pongo a tono enseguida y mi humedad se nota. Mi cuerpo está marcado por las cuerdas. Después de varias figuras, fotos y cositas, empezamos con la sesión. Amo se sienta en el sofá y yo a horcajadas de ÉL pero al revés e inclinada hacia delante y con las manos en el suelo, quedando mi culo totalmente expuesto para su uso y disfrute. Ya estaba desnuda al haberme quitado la ropa para el Shibari. Comienza con su tanda de azotes, su objetivo eran 500. Obviamente los da “suaves” pero continuos por lo que al no haber ningún descanso empiezan a picar. Tras cada azote, mi coño rebotaba, supongo que por la posición. Amo mete un dedo en mi interior que me pilla de sorpresa. Lo mete y saca despacio simultaneando con los azotes. Después lo saca y escucho como lo chupa. Estoy a gusto, relajada y disfrutando de los azotes e imaginándome el culo rojito, y mi entrepierna estaba algo mojada. Mi culo ya deseaba de sus incansables manos, fuertes y encallecidas. Alterna manos, primero la derecha en ambas nalgas, luego izquierda, después una mano para cada nalga, casi podía imaginarme alguna sintonía jajaja.
-400 –me informa Amo.
-¿Ya?
-Sí.
Sigue con los cien restantes y me avisa al llegar al 500. Ha pasado súper rápido. Casi ni me he enterado. Como Amo ve que ni me inmuto y ante su pregunta de si estoy bien le digo que estupendamente se anima a seguir hasta los 1000 y yo me atrevo a ello también. Ya de perdidos al río jajaja. Al terminar siento picor y ardor. Me ordena tumbarme encima de ÉL boca abajo, quedando mi culo a la altura de sus piernas para mejor acceso.
-Y estos ahora de regalo.
Sigue azotándome. Me apoyo en un cojín y cierro mis ojos para seguir disfrutando de las manos de Amo chocando en mis nalgas y el compás de sus azotes. Cada vez siento más humedad en mi entrepierna y estoy segura que Amo lo va a notar enseguida. Sigo relajada, como si de un masaje se tratara.
-Mírala, a ver si te vas a dormir.
-No, no, tranquilo que eso sí que no.
El culo cada vez me pica más y Amo ya va subiendo intensidad, ahora los atesta más fuertes. En alguno llego a quejarme e incluso me corta la respiración.
-Estoy sintiendo calor por mi pierna…
Me río, sabía yo que no tardaría en decir algo. Cuando cree oportuno para, me levanto y me toca el coño.
-Si si, estoy a tope –le digo antes que diga nada ÉL.
-Ya lo veo, joder como estamos.
Me arrodillo y Amo a mi lado comienza a torturar mi clítoris con su dedo. Mi respiración empieza a agitarse y acelerarse y mis gemidos quieren estar presentes.
-Lo que hace un dedo.
Sonrío desde mi mundo apoyada en su pecho y me deslizo hacia su brazo del placer. Un rato después Amo para. Nos levantamos, Amo vuelca la mesa y tapa con la lona ésta y parte del suelo. Así no mancharemos nada con la sangre. Me sitúo en medio de la mesa y me sujeto a ella exponiendo culo.
Respiro y me preparo. Amo da un golpe en el aire con la palincheta.
-¿Cuántos quieres?
Joder ya empezamos. No digo número por si no aguanto.
-Jo no sé. Hasta que aguante.
Hacía mucho que no la usábamos y aunque es una de mis herramientas preferidas, la última vez que se usó me traía malos recuerdos ya que dije la palabra de seguridad por primera vez…está claro que en el cuerpo no la aguanto pero en el culo lo que se quiera jajaja. Los pies se me pegan en la lona y en uno de mis movimientos para despegarlos un primer golpe me pilla desprevenida y me coloco de inmediato. Sentir las chinchetas clavarse en mi piel después de tanto tiempo me excita. Los sentimientos encontrados con ella hacen que esté viciada ¿Cómo me puede gustar tanto? Soy incapaz de resistirme a ella. Me entrego al placer y dolor. Me mojo de inmediato, aunque realmente creo que no he dejado de estarlo en ningún momento, ya solo antes de empezar e imaginarme que venía ella ya me tenía agitada. (Incluso ahora mientras escribo estoy mojada de revivirlo.) Pienso en decirle a Amo que me de 50 golpes pero se me adelanta y es ÉL quien me lo dice. Joder, que compenetración jajaja.
-¿Tengo sangre ya? –le pregunto ilusionada.
-Sii, muchísima, desde hace rato.
¡Bien!🤤 Amo me da su dedo manchado de mi sangre para chupar. El sabor a hierro hace que me despiste unos segundos pero vuelvo en cuanto Amo me golpea de nuevo. ¡Bah que asco, y eso que es mía! Jajaja. La sangre salpica a Amo en la cara y mano, me lo hace saber y casi puedo sentir y ver su mirada sádica sin mirarle, solamente por la forma en que me lo dice. A mí me salpica en mi pie derecho y siento como se me desliza por la pierna. Me excito aún más.
-40 –me informa.
-Vale.
Quedan solo diez, jadeo y gimo. Empiezo a contar mentalmente pero pierdo la cuenta de inmediato ya que yo estaba en lo que estaba. Mi cuerpo ya va reaccionando en algunos golpes, son más fuertes y ya tengo la zona dolorida. Cuando me atesta en la entrepierna me quejo más.
-50.
Permanezco quieta, Amo deja la palincheta y echa alcohol por mi culo y piernas. La leche como escuece, menos mal que ya soy conocedora de esta sensación jajaja. Un incitante pensamiento me lleva casi a decirle a Amo de seguir, pero al final me lo callo. Verdaderamente mi culo debe descansar por un rato al menos. La sangre se va secando y me tira. Amo echa una foto y me la enseña, buah, me encanta 😈🤤
Voy a lavar la palincheta y cuando vuelvo está preparando la lona en el suelo, le ayudo a extenderla. Vamos con la momificación, la cual Amo la ha bautizado como “durum”. Sé que me va a costar pero lo voy a intentar. Me tumbo en la lona y Amo empieza a envolverme, primero por los pies y ata con cuerda. Va subiendo por el cuerpo y voy sintiendo esa sensación de apretar, de presión…me deja la cabeza para lo último, respiro y me la tapa.
-Tranquila que puedes respirar, no te voy a dejar sola y Amo esta fuera cuidándote y protegiéndote.
-Vale, no te vayas porfa.
Ya con la cabeza cubierta y con la cuerda evitando que me salga, permanezco así unos minutos, intento mantener los ojos cerrados aunque inevitablemente los abro y me veo encerrada, con una lona rozándome la cara y dándome cada vez más calor. Parecía que no existía nada a mi alrededor, solo estaba yo ahí respirando, o intentándolo al menos. Como si estuviese aislada. 
Empiezo a anegarme y solo deseo que Amo me quite esto ya. Poco después me libera de la cabeza, se lo agradezco y respiro. Conseguido jeje, aunque ha sido poco tiempo para mí es un sacrificio grande. Sin quitarme la lona del cuerpo, Amo me patalea, tapo mi cabeza con mis brazos y manos, me pisa la cabeza y la espalda y me arrastra por el salón. Después me libera del todo y vamos a la ducha. Me ordena coger la ropa que traía para la sesión para vestirme ya. Amo lava mi sangre, que cuesta quitarla ya que está súper seca y tirante. Después me echo champú en la mano y lavo la cabeza de Amo, la masajeo despacio y suavemente. Se aclara y después en la esponja echo gel para lavarle el cuerpo. Lo hago primero por la parte delantera, empezando por hombros, axilas, pecho y bajando lentamente hasta sus piernas…pies…y por último la polla, lugar donde me detengo y alargo el lavado.
-Parece que ahí tardas más ¿no?
-Que va, para nada. Es que estas zonas hay que tenerlas bien limpias siempre.
Mierda, ya me ha calado 🤣 Para disimular vuelvo a lavarle las piernas y voy otra vez a los genitales. Después se da la vuelta y lavo la espalda, aaai esa espalda… sitio donde también me deleito. Bajo hasta el culo, piernas… Amo se enjuaga y se coloca frente a mí, bendita tentación la que tengo delante.
-Venga come, que estás deseando.
¡Bien! Lo ha pillado. La meto en mi boca y la hago mía durante unos minutos. Amo me la quita y me ordena a cuatro patas para mearme. Nunca lo habíamos hecho, por mí claro está, yo nunca había querido. No es algo que me agrade la verdad, pero bueno por el cuerpo lo intento. Amo se mea en mi espalda, siento el pis caer por mi cuerpo y me llega a la boca que la cierro de inmediato al sentir el sabor, ácido o no sé cómo definirlo. Bueno, no me ha disgustado del todo la experiencia, aunque sé que es una prueba y más adelante vendrá mejor. Salimos de la ducha, nos secamos y mientras Amo va a preparar algo para reponer fuerzas, yo me quedo en el baño acicalándome. Coloco mi ropa interior y la tapo con la americana. Pongo mis tacones, me echo desodorante y colonia y suelto mi pelo que me lo había recogido para la ducha. Lo tenía desordenado y poco adorable. Lo peino con mis dedos. Cuando salgo, Amo me dice que le enseñe el modelito.
-¿Ya? Joer, no se pueden dar sorpresas contigo jajaja.
Me abro la americana sigilosamente, Amo se queda mirándome unos segundos y sin quitarme ojo me dice que le gusta. En el salón había preparado la mesa, platos y helado de contessa. Me invita a sentarme y es ÉL quien prepara todo. Comemos un trocito de helado mientras vemos la tele, joder que gordos estamos hechos, chupamos hasta el plato jajaja. Amo termina primero y se levanta, miro mi barriga y tengo helado en ella.
-Ui, pero bueno...mira -le insinúo señalándole con los ojos el helado.
Amo va y me lo chupa. Cuando terminamos, recojo los platos y los llevo a la cocina, momento donde Amo retira la mesa y cuando salgo hacia el salón le veo sentado en una silla en medio, sin nada alrededor. Me quedo pensativa.
-No me gusta esto –bromeo.
Amo se ríe.
-A ver, enséñame bien el modelo.
Frente a Amo y seductora, quito mi americana y la tiro al sofá, doy una vuelta para lucirme y Amo me ordena sentarme encima de ÉL. A horcajadas, retiro la ropa interior y meto la polla dentro de mi interior.
-Fóllame –me ordena Amo.
Cojo la oportunidad y me muevo mientras mi cabeza reposa en su hombro, mis brazos rodean su cuello y mi respiración agitada roza el cuello de Amo. Nos besamos. Un rato después me lleva a la mesa y me folla allí. Ambos miramos como entra y sale la polla y esporádicamente nuestras miradas se cruzan. Le acaricio la espalda y “simulo” que le araño. Chupa mis pezones. La saca y me da un lametón en el coño.
-Ya, que todavía no te toca. Hoy te lo voy a comer de una manera especial.
-Uuu…
Me coge a horcajadas y follamos de pie, como no es muy cómodo, vamos a la habitación. Bocarriba, Amo me sigue follando. La ventana está abierta y la persiana un poco subida por lo que la luz de la ventana de los vecinos se ve y mi morbo se acrecienta de imaginarme que nos pueden ver.
-Es lo que tiene el verano –me provoca.
Me agarra del cuello mientras me folla duro y exigente y mi cuerpo zarandeado sube y baja continuamente. El sudor recorre nuestros cuerpos.
-Ahora follamos a cuatro, después la merienda y luego tú postre.
Me coloco a cuatro y me folla exigente, mis gemidos no cesan. Mete dedo en el culo. Me araña la espalda y me aprieta contra ÉL para embestir aún más fuerte. Mi respiración se entrecorta y llego al orgasmo. De nuevo boca arriba.
-Vamos ya a la merienda ¿no? –le engatuso.
-¿Qué si vamos ya? ¿Cómo eres tan zorra? –Amo se ríe y me azota el coño.
Un rato después de follarme así, vamos al salón. Cubrimos la mesa con la lona, me quito la ropa interior, me tumbo bocarriba y Amo va a la cocina. Joder me tiene en ascuas. Sale con otro trozo de contessa en un plato.
-Tú relájate que yo voy a merendar.
Se sienta en una silla y echa el helado en mi coño. Empieza a comérselo con la cuchara, mi coño se ha convertido en un plato. El frío helado se mete entre mis piernas y coño mientras Amo lo disfruta y saborea. Lo deja limpio como una patena y ahora me come el coño de esa manera tan mítica suya, uf, su lengua se pasea por todo mi coño y clítoris. Me quita los tacones. Mis piernas reposan sobre sus hombros. Me tira y pellizca mis pezones. Muerde mi entrepierna ¡au!
-¿Te vas a correr en mi boca?
Le asiento, diría que con los ojos vueltos jajaja. Mi cuerpo se eleva una y otra vez del placer, me retuerzo y tiemblo infinitas veces.
-Me gusta verte disfrutar.
La lona está empapada, siento chorrear mis fluidos por la pierna. Toca mis tetas y las manosea. Bañada literalmente entre fluidos y babas me corro tantas veces como desea Amo. Tras no sé cuánto tiempo, Amo finaliza. Me siento encima de ÉL y le doy las gracias cuatro o cinco veces seguidas. Tras besarnos, voy al baño a lavarme. Cuando salgo vuelvo a vestirme por orden de Amo. Se sienta en el sofá y me llama.
-Ahora toca complacerme a mí.
Me arrodillo y se la como.
-Estás muy guapa, pareces una secretaria y estás muy sexy.
Sonrío y me subo al sofá para terminar de comérsela así. Amo culmina en mi boca. Me besa y descansamos viendo una peli. El culo me duele un poquito, está lleno de puntitos jeje. Estoy feliz y relajada, me lo he pasado muy bien hoy 😊
GRACIAS MI AMO.


Daira.

viernes, 17 de mayo de 2019

Viaje a Madrid 😊


Por fin hice un viaje bedesemero y con Amo. Hace tiempo quería subir a Madrid y me dijo si me quería ir con ÉL, el dinero y la disponibilidad siempre me echa para atrás pero le dije que si podía me iba. Tenía ganas de ir, de hecho nunca he sentido tantas ganas. Cuando eché cuentas y demás y vi que podía irme se lo dije a Amo, creo que le hizo ilusión ya que siempre dice que nunca le acompaño a ningún lado jeje. Además este viaje me hacía aún más ilusión porque iba a conocer a gente nueva y otra que ya había conocido (aunque al final na de na). Antes de incluso confirmarle a Amo que me iba, ya empecé a soltar cositas en casa de que seguramente me iba a Madrid con una amiga, para que se fuesen haciendo a la idea y no pillase de sorpresa jajaja. Me tuve que organizar bastante bien para que no hubiese rollos, hablar con mi amiga para que lo supiera, avisar a dos amigas que saben del tema por si veían a mis padres, mirar los AVES para decirles hora de salida y llegada…etc. etc., es más complicado de lo que parece jajaja. Las semanas iban pasando y el día se iba acercando, menos nervios de lo normal pero claro, aún quedaba. Amo y yo estuvimos mirando los AVES y al final se decidió subir en coche, más económico y además nos vendría muy bien para poder movernos por allí. Hablamos un poco de todo para tener una organización. Tenía miedo de que se jodiera el viaje por mis ralladas o cualquier otra cosa. Al final todo bien. EL día anterior preparo la maleta, ya un poco nerviosa. La noche la paso regular, yo y mis nervios como de costumbre no me dejan dormir, ni la valeriana me hace efecto siquiera. Por fin llega el viernes, hago cosas, me ducho y por fin termino con la maleta ya que había cosas que no podía guardar hasta prácticamente antes de irme. Cojo el bus para llegar hasta donde me espera Amo. Y emprendemos nuestro primer viaje juntos. Hablamos durante todo el camino, cosas de sesiones, cosas divertidas, cosas que no tienen nada que ver con nosotros, merendamos jajaja en general se hace ameno. Al entrar en Madrid viene lo mejor, aunque aún quedaba mucho. No podíamos ir mas perdidos, ni el GPS nos ayudaba, la conducción de Madrid ya sabemos que no es muy perfecta y no tiene nada que ver con la de aquí por la que no estamos acostumbrados a ese tipo de locura. Teníamos que llegar al teatro donde trabaja Arween para poder dejar el coche allí, Amo se queda parado en mitad de una rotonda mientras miles de coches pasan por nuestro lado pitándonos. Yo me pongo nerviosa pensando en todo lo que nos podía haber pasado, nada que ver con la actitud pasota de Amo.
-Pita, pita –dice tranquilamente.
Yo echo a reír. De hecho ahora mismo no puedo dejar de hacerlo al revivir de nuevo el momento. Vaya dos paletos de pueblo somos jajaja. Tras localizar el teatro y marear a Arween con mil preguntas, damos una vuelta y vemos el parking, conseguimos llegar aunque nos cuesta también salir de ahí jajaja. Nos encontramos con Arween por fin, que nos funde en un abrazo a los dos, y por supuesto yo me llevé su mítico mordisco. No dejaba de abrazarme, se le veía ilusionada de vernos y a mí de conocerme, yo tampoco me podía creer que la estuviera conociendo. Es cercana y un poco loca, como yo 😝 Después de darnos pautas donde teníamos que ir y demás, Amo y yo cogemos el bus, y por si fuera poco ya para el viernes, al pasar la tarjeta no cliquea, por mirar el conductor para ver qué pasaba y ayudarnos, se le va el bus y casi nos empotramos con un coche que iba delante, Amo y yo nos tenemos que agarrar a los palos del bus y nos miramos con miedo mientras el busero actúa con total normalidad. Tras varios intentos Amo se da cuenta que no era la tarjeta de bus la que había sacado, yo no doy crédito y empiezo a reírme. En el trayecto hasta la puerta del Sol nos vamos riendo los dos recordando los momentos que nos han pasado hasta ahora, llevamos bien el viernes si…jajaja. Al menos nos lo estamos pasando muy bien. Nos cambiamos de sitio para ir viendo mejor por si nos pasamos de parada, ya lo que nos faltaba vaya. Ya en nuestro destino, andorreamos un poco por Sol y paramos en un bar a tomar algo a hacer tiempo a ver si viene la gente, pero no, nadie viene jajaja. Hablamos y vemos qué hacer después. Damos una vuelta por Sol y andamos buscando algún sitio para cenar. Nos recorremos toda la gran Vía, el hambre aprieta cada vez más y vemos un bar con buena pinta, sobre todo por sus hamburguesas. Decidimos entrar y nos sientan en una mesa. Nos pedimos de beber, Amo una coca cola y yo una fanta de naranja, miramos la carta.
-Pues tienen buena pinta las hamburguesas.
-Hombre más vale que estén buenas porque cuestan 15 euros.
Nos echamos a reír, madre mía donde nos hemos metido jajaja. Las bebidas 4 euros, por lo que no vamos a pedir más y ya podemos aprovechar hasta los hielos de estas me dice Amo jajaja. ¿Pero por qué no nos habremos pedido las maravillosas pizzas que hemos visto antes? Jajaja. Elegimos cena, preguntamos por el baño dos veces ya que la mujer no era muy explícita ni muy agradable que digamos. Cenamos entre risas, yo no puedo reír más la verdad jajaja. Al rato viene Arween y le contamos y se ríe con nosotros. Gracias a la subida de sueldo de Amo tenemos para pagar esto y más jajaja. Cuando terminamos, decidimos qué hacer. Dudamos entre tomar algo o volver a casa, optamos por la segunda opción ya que era tarde, estábamos cansados y se tardaba en llegar a casa de Arween. Cogemos metro hasta el teatro, coche y camino a casa. Allí hablamos un poco, me sentía como en casa, Arween me hizo sentir asi en todo momento, como una más, como si nos conociéramos de toda la vida, cualquiera diría que nos habíamos conocido hacia apenas unas horas. Le enseñamos algunas herramientas y Arween nos enseña a nosotros, Amo me azota con un flogger para probar, la leche como pica, montamos el colchón y demás y nos vamos a dormir. Tenía dudas de si dormiría con Amo o no, al final por suerte si 😊 (Aún me debe algún premio por ahí, ejem, pero bueno con estos dos días ya me doy por contenta, ya he tenido premio suficiente). En la cama tonteamos un poco, Amo incluso me canta al oído en francés jajaja.
-¿Estás bien? -me susurra al oído.
-Sí.
Amo me da un beso en la mejilla y me abraza. Al rato nos dormimos. Dormí mejor de lo que creía que iba a dormir. Estaba cansada y contenta, asique mejor imposible.
A la mañana siguiente nos despertamos, Amo no deja de pedirme café al oído, de darme por saco, de subirse encima de mí, de morderme, etc., luego dirán que soy yo Jiji. 
- Buenos días –le digo a Amo con ánimo mientras levanto la persiana y la luz del día nos daña. 
Miro las vistas que nos ofrece el lugar. Amo se levanta y le preparo el desayuno, un café y dos tostadas y después me preparo el mío. Desayunamos los tres en el balcón, hablamos de todo un poco mientras disfrutamos de las espectaculares vistas que nos regala el paisaje. Arween se pone con la comida, no quiere que le ayudemos asique estamos ahí viendo sin más mientras conversamos. Una vez hecha la comida, comemos, hizo arroz con conejo y después friego los platos. Ella se va a trabajar y Amo y yo nos ponemos a ver una serie en el orde mientras descansamos en el sofá. Amo no sabe ya que hacer para frikearme jajaja pero aunque le pongo caritas para dar por saco, siempre me gusta ver cosas con ÉL aunque no sean mi estilo. Cuando termina la serie, y ante mi amenaza de dormirme (aunque luego no me duermo), Amo decide irnos a la cama un rato hasta la hora de la ducha. En esta hablamos, jugueteamos, me pica todo el rato, tonteamos, vuelve a darme por saco jajaja me besa el cuello y al final sin querer queriendo acabo con su polla en mi boca. Terrible peligro ya que después me entra aún más sueño jajaja. Me araña la espalda de abajo arriba mientras se la como. Cuando Amo termina seguimos descansando un rato en la cama, abrazados, con caricias mutuas, en su barba y cabeza mientras estoy encima de ÉL. Después me bajo y coloco a su lado, con las piernas entrelazadas y apoyada en su pecho me relajo y disfruto de ese momento, de pasar esos ratitos con Amo. Me había despertado con la mamada pero vuelvo a estar off, y Amo igual. O nos levantamos o va a tener que venir la pastelería a vernos a nosotros.
-¿Quieres que nos duchemos juntos?  -me susurra Amo.
-Sí, lo que quieras.
Claro que quiero, no contaba con eso asique mejor aún jeje. Mi idea de ducharme era para las 17:30 ya que tardo y a las 19:00 o así teníamos que salir por patas, total, que entre descanso y descanso nos estábamos metiendo en la ducha a las 18:15, obviamente yo sabía que no iba a estar lista pero bueno. Dentro de la ducha los dos, Amo me deja terminar a mi primero ya que soy la que tarda más, pero vamos que esperar va a tener que hacerlo igual. Salgo de la ducha, me seco, me echo mi crema, mis cosas en el pelo, me visto…etc. etc. y Amo hace igual, exhala su aroma característico, mm que bien huele. Al poco rato ya está listo. Espera en el sofá a que termine, más rápido no puedo ir, si es que no, si es que teníamos que habernos metido cuando yo he dicho jaja. Amo empeñado en que no nos daba tiempo y yo empeñada en que sí, a ver quién tenía razón después. Me echo la colonia elegida por Amo y los botines igual. Ya listos los dos, vamos a por el coche para salir hacia Madrid a ver un festival flamenco. El coche no arranca, venga ya, más cosas no por favor. Amo se pone nervioso por el coche y por no llegar a tiempo, intento tranquilizarlo y por suerte acaba arrancando. Volvemos a nuestro peligro, a nuestra conducción temeraria, nervios por no saber hacia dónde tener que ir pero esta vez se ha dado mejor y conseguimos llegar al parking como campeones, y llegamos con tiempo, ejem, ¿quién decía que no llegábamos? 😝 Entramos y recogemos las invitaciones que había dejado Arween para nosotros. Nos echamos alguna foto para hacer tiempo, el teatro estaba chulísimo. Ya dentro, vamos al baño. Amo me ayuda a bajar y subir las escaleras de la mano cual princesa, que caballero jeje. Siempre haciéndome sentir genial a su lado😊  ¡Empieza el festival! Lo vemos atentos y con ganas, a ambos nos gusta. Cuando termina volvemos al baño y esperamos fuera a que salga Arween. Amo quería una foto con la bandera enorme de España que había por allí. Una vez estamos ya los tres, cogemos el metro para ir a la zona de la pastelería en el cual nos tenemos que cambiar porque nos cogimos la dirección contraria, ya hacía mucho que no nos pasaba algo jajaja. Encontramos un bar normalito para cenar (mil veces más económico que el de anoche jajaja ese bar nos ha marcado y se llevó medio riñón) y después nos vamos a ésta. Me moría de ganas de poder ir, por fin la iba a conocer. Al entrar todo me parece nuevo, un ambiente totalmente distinto a lo que estoy acostumbrada. Con ánimo me quito mi collar de calle y me pongo el de perrita. Me siento rara y libre a la vez. Y muy protegida por Amo. Es mi primera vez y todo nuevo para mí. Quería bajar a ver la mazmorra y me hacía especial ilusión hacerme una foto en una cruz de San Andrés. Bajamos Amo y yo, me echa fotos en la jaula y la cruz, me enseña la mazmorra, las herramientas, veo el potro, jo como mola. Qué ganas de probarlo Jiji.
Amo no quería tocar ya que no es suyo y no le gusta, por otro lado yo quería probar. Al final nada jajaja. Si vuelvo a ir, pago por una sesión allí si hace falta🙈 Cuando subimos veo a un hombre desnudo (que nos había saludado como veinte veces y a mí me había bautizado como “pequeña sum”), no esperaba encontrarlo así y es una sorpresa para mí, pero grata eh, eso sí. Después de un rato decidimos irnos, pedimos un taxi para ir al teatro y como de costumbre cogemos el coche para llegar a casa. De camino vamos hablando y cantando, Amo se pone serio imitando estrofas de canciones y a mí me hace mucha gracia. Allí hablamos, picoteamos algo y nos vamos a dormir. El finde se está acabando, jo que rápido ha pasado. Al despertar vuelve la rutina del día anterior, Amo va a la cama a por mí para pedirme café y darme la lata un rato, aunque hoy menos que ayer jajaja. Le preparo el desayuno, aun dormida y no era capaz de despertar jajaja. Recogemos bártulos y salimos hacia Móstoles donde habíamos quedado con el Señor Lash y Holie, una pareja de BDSM. Por fin iba a conocer a alguien más. De camino nos perdemos para variar pero conseguimos llegar a nuestro destino. Tomamos algo y después acabamos comiendo. Me parecieron súper majos, atentos, agradables y cercanos. Hablamos de cosas bedesemeras, de prácticas... Me hicieron sentir muy cómoda y a gusto. Espero verlos muy pronto. En general me he sentido así todo el fin de, fuese donde fuese, hiciese lo que hiciese y con quien estuviese. Tocaba volver a casa, pero claro cómo iba a terminar el domingo sin una de las nuestras, y es que nos perdimos y  el GPS nos llevó por una dirección que nos indicaba que estaba el cementerio y tanatorio con lo cual no podía salir bien la cosa, nos llevó a una carretera estrecha, de no sé cuántos kilómetros de largo, eso era interminable, no veía el momento de salir a la autovía, la cual por cierto y para nuestra mala suerte, había muy poco tráfico claro, ¿por qué? Porque había que pagar peaje jajaja. El camino al principio fue bien, íbamos hablando, cantando…pero luego me entró la modorra y adiós…jajaja. Me gusta que Amo sepa separar los momentos y no estar siempre serio y exigente conmigo, así me siento más a gusto y puedo ser yo misma. Aunque sé que en todo momento me evaluaba. Pero me porté muy bien Jiji 🙊Merezco un premio ¿no? Jajaja es broma.
Ha sido un viaje satisfactorio, me vine con buen sabor de boca y muy contenta aunque me faltó mucha gente por conocer 😌 El viaje se resume en risas, bromas y buen rollo 😊
GRACIAS AMO por dejarme ir contigo, por preocuparte por mí en todo momento, por ver si estaba bien, si me sentía a gusto, por estar atento, por todo 💜

Daira.







                                                                                        

jueves, 25 de abril de 2019

¿Existe la "Dama callada"?


Por fin acabó la semana santa, tanto día de fiesta me tenía reventada jajaja. Durante esos días no nos vimos, pero como cada nuevo jueves que viene, toca sesión. Además que se va al viña y estaremos dos semanas sin quedar. Estaba deseando verle ya que llevaba una semana sin poder tocarme y hoy en teoría acabaría mi sufrimiento jajaja. Mi orden para ese día era ir vestida exactamente igual que un día de fiestas, a Amo le gustó: vestido negro ajustado y zapatos de tacón rosas. La semana de espera la paso algo rallada, intuiciones negativas que por suerte son falsas y cuando hablo con Amo me relajo. Cenamos, nos contamos cositas, en su casa tras la orden de permiso me pongo mi collar y seguimos hablando durante un ratito mientras Amo fuma. Antes de irse a la ducha me ordena preparar y colocar en la mesa un barreño con agua, un mocho de fregona, un cepillo de barrer pero sin el palo y dos trozos de papel de cocina. Ya escucho el grifo, Amo se está duchando y he acabado de preparar asique voy a vestirme. Como siempre me pongo mi ropa interior, el vestido, los zapatos y pinto mis labios rositas a juego con los zapatos. Terminando de abrocharme el segundo zapato acudo a la llamada de Amo al baño donde se queda fijo mirándome de arriba abajo y después me pregunta:
-¿Llevas ropa interior?
-Sí.
-Quítatela, lo de abajo me refiero. Lleva esto al cesto (me da la ropa sucia) y pon el pantalón en la tabla de planchar (me da un pantalón arrugado).
Bueno, por partes. Primero dejo el pantalón ya que me pilla de paso, después echo la ropa en el cesto y de camino a éste voy pensando en lo mal que se me da planchar… después me quito el tanga y voy hacia el baño a ver qué me dice. Me meto en la habitación de la plancha, Amo entra y me ordena abrocharle los botones de la camisa, no hay que decir que va en calzoncillos claro… Me dispongo a planchar, Amo se coloca justo detrás de mí y merodea por mis pantorrillas hasta que mete un dedo en mi interior.
-¿Alguna vez habías planchado así? –me dice juguetón.
-No –le digo entre jadeos.
Le pongo empeño y ganas, y así mucho mas aunque me cuesta un poco concentrarme en el pantalón.
-Puf, que calor hace con la plancha –le digo irónica.
-Sí ¿verdad? Voy notando el calor…
Me froto con la patente erección de Amo y bromeamos con que aún no están bien planchados…le saco arrugas de donde no hay…la cosa es alargar la situación jajaja. Amo se chupa el dedo y después lo vuelve a introducir para ser yo ahora la que lo chupe. Minutos después me ordena ponerme a cuatro en la cama y con la punta rozando entre mi culo y mi coño me ordena que la busque. No necesito mucho tiempo para tener dentro de mí la polla. Comienza sus embestidas, primero suaves pero sin pausa y después sube el ritmo, la intensidad, la fuerza…el placer… sube el calor, los gemidos…
-No te corras sin permiso eh –me advierte.
-No –le contesto bajo respiraciones que se entrecortan en cada nueva embestida.
-¿Te ha valido la pena esperar?
-Siiii – le digo y sonríe.
Oigo como Amo se deshace de su camisa, se le escapan gemidos. Me toca el clítoris y mis gemidos aumentan.
-¿Qué te pasa perrita? – se mofa.
Me azota, las profundas y exigentes embestidas no cesan. Me agarro a la ropa que yacía en la cama y araño la pared. Mi respiración se entrecorta dos veces, llegando al orgasmo…así como cuando parece que te va a dar un patatús. Vuelve al clítoris, me tortura…sabe dónde ir…
-Estas chorreandito.
-Ya. ¿Me puedo correr, por favor?
-Aguanta 10 segundos más.
Joder, pienso para mí y resoplo y Amo hace una cuenta atrás… 10…9…8… sin dejar de tocarme y en el 0 estallo. Sigue un rato más y me come el culo para minutos después metérmela y follarme por ahí. Me ordena tocarme y me da permiso para correrme cuando quiera. Mientras me toco y ÉL me folla analmente, me pide que me corra para ÉL y así hago. Me levanta y lleva a la mesa del salón para seguir ahí, después me apoyo en la pared donde Amo se inclina y me atrae hacia ÉL, después en la mesa de cristal y como hace ruido nos vamos al sofá, me apoyo en la madera de éste y Amo me sigue follando. Después me ordena comérsela. Excitadísima la meto en la boca, la masturbo simultáneamente con boca, mano y lengua.
-Qué zorra te pones cuando te follo.
Le sonrío y sigo con la mamada. Le lanzo miradas esporádicas y ahí le veo…observándome excitado con ojos deseosos mientras subo y bajo y jala mi pelo, paseando y redondeando mi lengua por toda la polla. Amo quería correrse dentro de mi culo asique vuelve a follarme en la mesa de madera y después se sienta en el sofá. De rodillas se la como durante un rato de nuevo y cuando le queda poco me pongo a cuatro en el sofá donde Amo culmina dentro del culo. Una nueva experiencia que creía iba a ser distinta. Totalmente satisfecha y saciada voy al baño a limpiarme y cuando salgo me ordena ponerle los calcetines de rodillas. Se pone el pantalón. Después me dice que coja mi móvil, que me siente en el sofá y me abra de piernas. Empieza a comérmelo para grabarnos (se lo había pedido yo, quería un vídeo o un gif nuestro mientras me lo comía ya que me da mucho morbo pero no contaba con hacerlo hoy Jiji). Tras un minutillo y pico de vídeo Amo se detiene acabándose ahí mi momento de disfrute…sexualmente hablando claro 😊
Bebo agua, Amo se sienta en el sofá y me ordena coger los trozos de papel. Me pongo de rodillas y le ofrezco los papeles. Me ordena limpiarle las botas de cuero. Por deseo de Amo, primero la derecha y después la izquierda. Las chupo, echo saliva y después las seco con el papel dejándolas relucientes. Al contrario que la primera vez que lo hice, ahora no me resulta nada desagradable. Lo hago con gusto y ánimo y apenas aprecio el sabor del cuero.
 -Buena chica, que bien las has dejado.
Movemos el sofá para abrir espacio. Amo trae una bolsa pero no identifico lo que hay dentro, la vara/flecha y un tubo de cartón. Me informa que iba a limpiar la cocina de rodillas pero al final por las horas que eran ya lo dejamos para otro día (ahora entiendo lo del mocho y demás, y yo creyendo que el barreño con agua era porque iba a haber palincheta y por ende sangre) jajaja. Saca la máscara de perro de la bolsa y sus complementos (eso era), respiro para no agobiarme y expulso el aire por la boca. Amo me dice que esto está ya superado, ya la hemos utilizado. Me la pongo, la coloca, ata y aprieta.
-¿De quién es este cuerpo?
-Tuyo.
-¿Para hacer lo que quiera con él?
-Sí – contesto decidida y con ánimo.
Me da a elegir si quiero el antifaz y le digo que no que prefiero los ojos descubiertos pero no me da opción con la mordaza que lleva incorporada. Es tipo chupete, con lo cual va dentro de la boca y encima es gorda. Una vez puesto todo vuelvo a respirar, esta vez por la nariz claro está, no me queda otra jajaja.
-¿Concentrada?
Le asiento. Me da el tubo para que lo sujete y aguante por detrás de la espalda, a la altura de los hombros y con los brazos por encima de éste agarrándolo. Espero unos segundos así. Camino hasta donde me indica Amo, justo enfrente del cristal del balcón.
-¿Te gusta verte?
Le asiento. No es muy cómodo pero verme con la máscara, la mordaza y con el tubo sujetándolo yo misma me da bastante morbo. Coge la vara, hacía mogollón de tiempo que no la usábamos.
-Vamos a hacer una prueba de “La Dama no habla”. No puedes decir nada ni emitir sonido alguno, solo respiraciones fuertes.
Puf, tiemblo solo de pensarlo, yo necesito quejarme y si no me saldrán involuntariamente. Asique me agarro a la idea y vamos a intentarlo. Amo quiere hacer más adelante una sesión en silencio y lo de la “Dama no habla” es un texto que puso en Facebook, como siempre dándome pinceladas de las sesiones. “La Dama callada no habla, no ríe, no canta. La dama vive para no usarla. La dama espera, sangra” decía el texto. La “D” mayúscula en cualquier texto que escribe siempre me indica que es para mí.
-Vamos a empezar por 20.
Me atesta el primer golpe, fuerte pero soportable. Sigue subiendo el número de golpes, mentalmente cuento y un varazo esperanzador numero 13 me alivia y se desvanece a partes iguales al ver que la cuenta ya ha pasado los 20. No sé cuántos llevamos, perdí la cuenta. No emito ningún sonido, haciéndome con el control de ello. Cierro y aprieto los ojos. Babeo y mi entrepierna también.
-Se nota que echabas de menos la vara.
Sigue golpeándome, los golpes son compactos, firmes y seguros. Se me escapan dos quejidos. Lo demás son respiraciones fuertes y dolor interno que omito. Pataleo y me giro por el dolor. Amo empieza con una cuenta atrás a partir de 10. En el numero 3 vuelve a 5, me giro y con gesto torcido le señalo que es el 3 con la mano pero claro, ÉL lo sabe, lo está haciendo intencionadamente, tanto que vuelve de nuevo a 10. Por fin llega a 0, y ese golpe también es dado. No perdona ni uno. Sin espera, me quita el tubo y le señalo con la mano la mordaza, necesito que me la quite, tengo la boca súper seca y necesito toser.
-¿Qué tal? –me pregunta al terminar.
-Bien – y le sonrío.
Nos abrazamos y me apoyo en su pecho.
-Has aguantado muy bien los 20.
-No han sido 20, mentirosillo –le digo con astucia, a mí me va a engañar no te digo jajaja. Amo se ríe.
-Asique es verdad que la “La Dama callada” existe.
Sonrío. Ni yo me creo que no haya hecho ningún sonido. Me ordena de rodillas y con los brazos estirados y pegados al lado de la cabeza. Me pisa con el pie en la espalda y lo aprieta obligándome a tumbarme aún más. 
Después me incorporo quedándome de nuevo de rodillas y me da una patada pero no caigo asique me da otra. Como tampoco caigo y lo que busca Amo es precisamente eso, simulo la caída cayendo de lado al suelo. No me estaba dando muy fuerte, por ello que no cayese tan fácilmente. Permanezco tumbada escuchando como me humilla Amo con sus comentarios ofensivos. Apenas le oigo por la máscara asique punto extra para no hacerle mucho caso tampoco. Me escupe y lo restriega por toda la máscara.
-Mírala, que está llena de babas.
Me tumbo boca abajo en el frío suelo y me azota con lo que de inmediato reconozco: el ratán. Me quejo, que ahora si puedo jajaja. Algunos son muy fuertes y me hacen mucho daño. Me cortan la respiración.
-Así es como tienes que estar, tumbada en el suelo y siendo azotada. Eh, mierdecilla –me da golpecitos con el pie y me insulta con desprecio.
Escucho muy bajito lo que me dice. Mis piernas se doblan y levantan por el dolor y Amo me da golpes con el ratán para que las baje y ponga en su sitio. Un desafortunado golpe en el hueso me hace retorcerme en el suelo, mi cabeza se ladea, mis ojos se cierran una y otra vez y mi cara se contrae con gestos de dolor. Me ordena darme la vuelta y subirme un poco el vestido. Lo temo...sé dónde me va a dar. Me azota por las piernas, por la barriga y el coño.
-¿De quién es este coño?
-Tuyo –se me quiebra la voz.
-Tuyo ¿Qué?
-Tuyo Amo –contesto con una urgencia que me estaba llevando al borde de las lágrimas.
Intento que no se me note aunque no sé si me ve por los agujeros. Los golpes en las piernas me duelen mucho, han sido mi detonante en las lágrimas. Me quejo mucho.
-¿Quieres seguir?
No contesto, tan solo asiento muy débilmente.
-Si quieres seguir date la vuelta y sino levántate.
Mi auto exigencia no me permite levantarme por lo que me doy la vuelta de nuevo, boca abajo y tendida en el suelo sigo recibiendo los duros golpes del ratán bajo la incansable mano de Amo. Mi cuerpo entra en frío, empiezo a temblar. Me aplasta de nuevo con el pie en la espalda y creo que en la cabeza, aunque no lo recuerdo bien. Amo desaparece unos segundos, intuyo que irá a por otra herramienta pero cuando regresa sigue siendo el ratán. Los dos últimos los atesta muy fuerte. Amo para y me habla.
-Vete debajo de la mesa, no te lo pienses.
Me incorporo y de rodillas me dirijo hacia la mesa. Debajo de ella hay un cojín y una toalla, cuando llego me tumbo como una perrita indefensa. Amo me tira una botella de agua.
-Descansa ahí mientras recojo.
Bebo agua como me permite la máscara, me tumbo de nuevo apoyando la cabeza en el cojín, en lo que se acaba de convertir en mi refugio…en mi camita…en mi zona de descanso, pensando, relajándome, calmando mis lágrimas y volviendo mi respiración agitada a pausada de nuevo. Observo los movimientos de Amo, me toco el culo con mis manos frías para aliviarme y toco mi húmedo coño. Amo me llama, está sentado en su sofá. Me coloco de rodillas y me quita la máscara. Me ordena quitarme los zapatos y subirme al sofá. Me tumbo y apoyo la cabeza en su pierna, hablamos, me pregunta cómo estoy, palpa el ardiente culo, me acaricia lenta y suavemente la cara y observa las marcas.
-Que buena perra tengo.
 Cuando he descansado un poco vuelvo a comérsela donde esta vez se corre en mi cara.











GRACIAS MI AMO.
Daira.


lunes, 15 de abril de 2019

Objetivos cumplidos 👏


Algo más de un mes sin sesionar donde ha habido baches, ralladas, dudas, miedos… un mes que se me ha hecho corto y largo a la vez. Imagino que se hace corto porque al fin y al cabo veía a Amo todas las semanas por lo que siempre teníamos nuestros ratitos de intimidad y desahogo. Practicábamos Shibari, probábamos alguna herramienta nueva, azotes, marcas, sexo en el columpio, algún atuendo especial, torturas de placer, intentos de sesión o sesiones que al final se torcían por h o por b. Tras esta última semana sin poder vernos, fijamos un día que ambos podemos. No tenía ninguna orden concreta, hasta que me llegó justo ese mismo día un traje de maid que Amo me ordenó comprar.



Se lo enseñé y no dudó un instante en decirme que lo llevara. Lo lavo corriendo o no me dará tiempo a que seque. Por la tarde lo preparo junto con los tacones, mi collar y mi diadema que me preparé cuando me hice mi mandil, ya que la tengo habrá que aprovecharla jajaja entre otras cosas…
Me encuentro con Amo y vamos a su casa, permiso de entrada y nos sentamos a hablar un ratito. Amo va a la ducha y mientras me visto: tanga, traje, mandil, liga, zapatos, diadema… y por supuesto me pinto mis labios rojos. Soy porno chacha total jajaja. Cuando termino espero a que salga Amo, como siempre haciéndome esperar un poquito jeje. Al salir no me quita ojo, siento un poco de vergüenza e intimidación, me piropea, me mira fijamente y me ordena quitarme el sujetador, así se me transparentan las tetas por el encaje. (No tengo otra foto mejor, lo siento)

Limpio y preparo la mesa y mientras se hace la cena Amo pone vídeos para entretenernos… con cada vídeo me estremecía más, eran duros…de los que le gusta a ÉL y de los cuales me avisa que así haremos alguna sesión. Por supuesto expongo mis dudas de yo poder hacer eso y Amo discrepa. Sirvo la cena y seguimos con los vídeos mientras cenamos. Friego los platos y al salir me ordena desabrocharle los botones de la camisa. Se la quita, nos sentamos en el sofá y me ordena darle un masaje en la espalda. La masajeo suavemente, la palpo, me deleito con ella y aprovecho la situación (me encanta la corpulenta espalda de Amo)
-¿No quieres postre? –me provoca.
-Si no me has dado –le provoco yo ahora.
Amo se levanta y me ordena ponerle la camisa, abrocharle los botones, ir a la cocina a por sirope de chocolate, quitarme los zapatos y ponerme de rodillas frente al sofá. Lo del sirope lo intuyo, hace unas semanas me lo comió con eso, asique hoy me tocaba a mí 😝Jiji. Se coloca delante de mí chocándose su cremallera contra mi cara.
-¿Qué quieres de postre?
-Polla –contesto en una milésima de segundo.
-Zorra. Cierra los ojos.
Obedezco y oigo como Amo coge el bote por lo que imagino que se estará echando, se sienta, me la acerca a la boca y una vez la encuentro la saboreo dejando sin rastro de sirope.
-Buena chica por no abrir los ojos –me dice mientras me acaricia la cabeza.
Vuelve a echar una vez más sirope, la degusto de arriba abajo, la redondeo, la dejo limpita, joder que rico, dos de las cosas que más me gustan juntas (pollas y chocolate)
-¿Está buena? – le asiento. –Mírame – me ordena así a abrir los ojos.
Hago garganta profunda, me azota dos veces fuerte.
-¿Sabes que después de esto te voy a crujir no?
Le asiento como si nada, haciendo un poco caso omiso a lo que me dice, no me inmuto porque estoy con mi polla y ahora mismo me da todo igual jajaja.
-Mírala, a ella le da igual todo teniendo una polla en la boca.
Sonrío y le miro. Amo coge el móvil y me graba. Consciente de ello sigo a lo mío, me excita saber que me está grabando y esporádicamente miro a la cámara y a Amo. Tras varios minutos para de grabar, me quita la polla de la boca y me da un beso. Prepara en el sofá un cojín para colocarme a cuatro patas y follarme. Sé o imagino que lo hace porque le da morbo follarse a su sirvienta.
-¿Quieres más?
-Sí –le digo entre gemidos.
Varias embestidas después Amo culmina en mi boca y me besa después. Descansamos un rato y mientras Amo se fuma un cigarro. Me ordena quitarme todo dejándome la diadema, los zapatos y la liga. Desalojamos las cosas del salón para que haya espacio y preparo la fusta de doma, pinzas de la ropa y agujas y todo lo requerido para ello. Amo coloca la cinta de correr en el medio, siendo ésta mi punto de apoyo en las últimas sesiones. Me empieza a poner pinzas de la ropa por el cuerpo: cuatro en el coño, una en la lengua, una en cada pezón, tres arriba de las tetas, una en el ombligo y las demás por la parte baja de la barriga haciendo un total de 36 pinzas. Me estremezco porque mis sospechas son que me las va a quitar con la fusta y temo sobre todo las de los pezones y coño. Me apoyo en la cinta y la pinza de la lengua me la quita nada más empezar.
-Te voy a azotar y quiero que cuentes, una vez digas el número significará que estarás preparada y volveré a azotarte ¿Entendido?
-Sí.
-Perfecto. Vamos a empezar con 20 golpes.
Resoplo, sé que no son muchos golpes pero la fusta de doma es un objeto que no aguanto mucho sobre todo por el cuerpo. Duele bastante cuando choca la punta en la carne o en el hueso. Cierro los ojos. Me atesta el primer golpe, fuerte pero soportable.
-1 –empiezo a contar con fuerza y ánimo.
Otro más… cuando estoy preparada le digo el número.
-2 –digo alto y claro.
-3…
La intensidad va subiendo y por ende el dolor. Ya empiezo a sentir como me arde el culo, como mi cuerpo entra en calor y como mi entrepierna se empapa. La vara atesta sobre mi culo y la punta impacta en mi muslo haciendo que me retuerza del dolor y me acaricie como mecanismo de defensa.
-Qué bonita te pones –dice cuando me ve retorcerme y patalear – Venga mi culo piedra.
-14… a pesar del dolor mi voz no se quiebra en ningún momento.
-Los dos últimos no quiero que cuentes, los daré cuando a mí me plazca.
Antes de llegar al golpe 15 le pido beber agua, me siento algo mareada pero nada importante, se lo omito a Amo, supongo que será de abrir los ojos después de tenerlos cerrados tanto tiempo y solo necesitaré recomponerme un poco. Respiro e inspiro, me preparo y doy “orden” al siguiente golpe. 15…16…17…18… ya queda menos. Me sorprendo al ver que no lloro jeje.
¡Zas!  Joder como pica. Amo me acaricia el culo lentamente, lo palpa, lo suaviza, lo calma...
-Mm, lo tienes ardiendo.
Me retira el pelo de la espalda y temo que me dé en ella, ya que ahí sí que no los soporto, especialmente en el hueso de arriba o las costillas. Por suerte no lo hace, me lo ha retirado para verme la espalda, a Amo le gusta ver cómo se arquea 😊 Me azota también en la pantorrilla, esos me duelen aún más.
Llegan los dos últimos golpes, respiro impaciente y expectante ya que no sé cuándo me va a azotar y conociendo a Amo me va a hacer esperar para cuando no me lo espere darme. Dicho y hecho. Además me los da bastante fuerte. Al terminar me abraza, ve que todo está bien y me dice que cree que aguanto 20 más. Yo también lo creía por lo que no me opongo. Tenía una sensación un poco inexplicable, no solo era que me sentía fuerte y podía con más, sino que los necesitaba... por mi cabeza pasó la pregunta "¿Ya, no me va a dar más?" "Me ha sabido a poco" Me sentía fuerte e iba a por ello. Volvemos a empezar con la cuenta, por el uno de nuevo. Me azota, me quejo, gruño, pataleo, grito y Amo me tapa la boca hasta que me relajo. Me quita las pinzas del coño.
-Estás empapada, zorra.
-Lo sé –y le lanzo una sonrisa cómplice.
Ya van quedando menos. En los golpes más fuertes, Amo me abraza por detrás para tranquilizarme y me anima diciéndome que yo puedo. Acabamos con los 40 fustazos. Creo incluso que si Amo hubiese decidido seguir seguiría sin oponerme. 

Bebo agua, respiro y nos abrazamos. Sé que está orgulloso de mí, los he conseguido todos y sin “rechistar”. Bueno, más bien sin llorar jeje. Cuando estoy lista vamos con la pala de madera que le regalé. Me explica el procedimiento.
-Cada golpe que recibas te quitare una pinza. Es decir, te azoto, te quito pinza, te azoto, te quito pinza… y así hasta quitar todas... ¿Vale?
-Vale-contesto decidida.
Me apoyo de nuevo, expongo culo, trago saliva y respiro. Tras unos segundos de espera y ver que no llega ningún golpe miro a Amo.
-¿Ya? ¿Preparada?
-Sí, sí.
Empieza con el primer golpe. Me duele bastante ya que me lo da en la parte baja del culo, casi llegando a la pierna. Me quita una pinza. Y así…cada golpe que me propicia lleva acompañado retirar una pinza. Como aquí no tenía que contar y Amo las daba cuando quería, siempre estaba alerta, algunas veces tensaba el culo y arqueaba la espalda creyendo que me iba a dar. Amo me despistaba con comentarios y cuando menos lo esperaba ¡zas! Algunas las veía venir, la sombra de la luz en el suelo me lo chivaba y veía el movimiento de la mano de Amo preparándose.
-Venga que solo quedan cuatro pinzas –me anima.      
Terminamos y Amo me abraza. Mi cuerpo está marcado por las pinzas. Mola jeje.



Ahora nos preparamos para las agujas en los pezones. Hacía mucho que no lo practicábamos, hoy la idea era ponerme dos en el pezón ya que la otra vez me puso una sola. Ya conocía el dolor aunque no lo recordaba 😞
-Manos al lado del cuerpo – me ordena.
Se pone los guantes, me echa cristalmina y coge la primera aguja. Le pido por favor que lo haga despacio ya que quería recordar el dolor e ir asimilándolo. La introduce con cautela y la aguja me atraviesa como si nada, apenas la he notado. La otra entra por arriba del pezón hacia abajo, por lo que inexplicablemente cuesta más y me duele mogollón. Voy sintiendo como rompe, como conforme va entrando en mí voy sintiendo más dolor…y más placer. Me retuerzo un poco y me quejo bastante. Pero me gusta, como siempre fusionando el placer y el dolor😊 

Vamos al siguiente pezón, haciendo lo mismo. Al insertarme la aguja de arriba abajo esta vez respiro e inspiro para que me duela menos, aunque no surte efecto y ésta me duele aún más que el pezón izquierdo. Giro la cabeza, aprieto los dientes y mi boca se queja mediante gruñidos. Amo intenta tranquilizarme. Mi cara refleja dolor que se convierte en alivio una vez la tengo puesta. El dolor no desaparece, se me queda concentrado ahí, algo que no experimenté la primera vez. A Amo no le convence poner solo las dos agujas en cada pezón y decide ponerme una arriba de cada teta superficialmente, seis agujas en total. Las de arriba es un dolor pasajero, solo se siente cuando la pones. Una me ha dolido algo más porque ha pillado más carne pero vamos, como si ná 😎
Después Amo me las retira con mucho cuidado, especialmente en las que tengo demasiada molestia. Me echa cristalmina para curar, sangro bastante y siento mucho dolor. Me da un lametón en el pezón. Descanso en el sofá un poco con el algodón apretándome para dejar de sangrar. Amo me observa para ver que todo va bien y no hay complicaciones. Por suerte dejo de sangrar aunque el dolor no se me va, me dan pinchazos fuertes y cada vez se incrementa más.
-¿Y mi premio? – le miro provocadora.
-Ahora mismo tienes tu premio.
Amo sale del salón, obviamente las veo venir y sé que premio no va a haber ninguno jajaja. Viene con el látigo de lengua de dragón, me ordena abrir las piernas, le suplico que no que solo estaba de broma jajaja y Amo me azota con ella en el coño y la entrepierna. Un rato después finaliza y yo ya sé que debo cerrar la boca y no pedir premios ni estando de broma jajaja.
Me visto y recogemos los trastos y demás. Amo me dice que está feliz porque los objetivos que tenía para hoy se han cumplido todos asique yo me siento aún más feliz de haber contribuido a ello.






















GRACIAS MI AMO.
Daira.

jueves, 7 de marzo de 2019

Preparando y dibujando mi cuerpo...


Ha pasado un mes desde la última sesión, joder que rápido pasa el tiempo. En estas semanas Amo y yo nos hemos visto un par de veces nada más, pero fueron días geniales y diferentes a lo que normalmente suelen ser. Uno fue de relax viendo pelis y el otro tocaba sesión aunque al final no la hicimos. Fuimos a pasear y le prepare a Amo la cena con mi mandil, ropa interior debajo, medias y tacones 😎 Bebí agua del bebedero por primera vez, creía que me iba a costar más hacerlo pero al final no es tan difícil, me gustó y más al saber que a Amo le encanta verme así y en la siguiente comeré también, eso ya lo veo más complicado. Dentro de poco tendré una sesión demasiado fuerte según me dijo Amo por lo que esta será para prepararme.
Mis semanas cada vez son más duras por motivos personales, estoy atravesando una etapa difícil para mí y será bastante larga…Mi ánimo es bastante bajo, estoy sensible, susceptible y la preocupación no se separa de mí. Necesito más apoyo y ánimo que nunca… Psicológicamente no me encuentro bien y no sé cómo gestionaré la sesión físicamente tampoco. Temo que me repercuta.
Hace mucho tiempo pensé en darle una sorpresa a Amo haciéndome un sujetador y tanga con chinchetas pero al final entre unas cosas y otras digamos que no me “decidía” a hacerlo. Curiosamente, después de la última sesión Amo me dice que me prepare un conjunto de ropa interior con chinchetas. Joder, flipo con la conexión que tenemos jajaja. Al ser una orden, me impulsa más a hacerlo y lo preparo con más ganas. Una vez hecho me lo pruebo, joder que manía tengo yo con las chinchetas… ais 🤤Amo me dijo que la llevara puesta desde casa.

Estoy nerviosa por la sesión. Esa misma mañana preparo a mi cerebro, él es quien me hace fuerte y hunde a la vez, según se le antoje. Por la tarde me doy un paseo con una amiga, me vendrá bien para despejarme y cuando vuelvo comienzo con mis preparativos: me pongo la ropa interior, uf, al rato ya tengo la zona bastante roja y dolorida, sobre todo las tetas me molestan bastante. Cuando me bajo del bus y me encuentro con Amo le expongo mi dolor, pero bueno en el fondo me gusta. Ir por la calle y comprar con eso puesto da su morbo oye. Tras el permiso de entrada y demás, intento hablar con Amo pero me da un bajón y soy incapaz. Amo me anima, me da un beso en la frente y me deja sola para que me relaje. Se va a la ducha y espero que termine. Después acudo a su llamada y le atiendo a lo que me pide. Luego se viste.
-Para tu alegría hoy me voy a poner camisa.
Le sonrío, sabe que me gusta. Se echa perfume y el baño coge un aroma fabuloso. Me encanta como huele. Después me preparo yo. Me desnudo quedándome con la ropa interior clavándose sobre mis partes, me pongo medias por encima de las rodillas, orejitas y cola anal. Esta vez me tocaba ir de gatita 🐱 Aunque las orejitas eran de tigre porque a Amo le gustaron. Bendito carnaval, cuando buscas te encuentras de todo jajaja. Voy a preparar la cena mientras Amo prepara para la sesión. Improvisa en la puerta del salón con una escalera arriba y cuerda para fijarla y unirla a la puerta para darle seguridad, ahí practicaremos suspensión. Entre medias de eso, Amo va a la cocina y me ordena ponerme una pinza en la lengua. En cuestión de segundos empiezo a babear como una perra, me gotea por mi cuerpo y pongo la vitro bonita también jajaja. Me encanta 😊 Alterno cena con cotillear a lo que hace Amo. Preparo mis cuencos, el de agua y el de la comida. Cuando la cena está lista la preparo en un plato y saco todo lo necesario. Amo espera en el sofá viendo la tele. Me arrodillo y aparto en mi cuenco cena. 
Empezamos a cenar, me resulta difícil, incómodo y vergonzoso al ser la primera vez que lo hacía. Poco a poco me voy acostumbrando y me gusta ver la cara de satisfacción de Amo cuando lo hago, voy acercando la comida a mi boca con la lengua hasta que dejo el cuenco vacío ya que si me dejaba algo me regañaba. Después bebo agua del bebedero, aquí ya si me he acostumbrado
-¿Qué quieres comer de postre? –me tienta cuando acabamos de cenar.
-Polla –le miro y sonrío sin un ápice de vergüenza.
Me acerco hasta Amo y como mi postre. A Amo le gusta cómo me he conjuntado hoy, con la ropa interior de chinchetas, las medias y las orejas y me halaga diciéndome que me queda muy bien el negro.
-¿Tenías hambre o qué? Madre mía. Gatita. Hoy vamos a agrandar ese culo.
Le miro provocadora y le sonrío. Me retira la polla y me besa. Me ordena ir al baño a lavar el dildo y cuando regreso al salón Amo no está, asique dejo el consolador en la mesa y aguardo en posición de espera.
-Buena chica –me dice cuando vuelve alborotándome el pelo.
Me indica que suba a la mesa a cuatro patas, me quita la cola anal y mete el dildo despacio, me chupa el culo aunque ya lo tenía lubricado por la colita. Los fluidos de mi coño gotean en la mesa. Me entrega el Hitachi para divertirme mientras Amo saca y mete el dildo de mi culo. Al rato lo saca para ser ahora su polla la que entre y salga de mí, para ello me bajo de la mesa y apoyo mis brazos en esta. Con la ventosa del dildo pegada en el ya ardiente cristal, Amo me ordena chuparlo. Con el Hitachi en el coño, la polla en el culo y el dildo en la boca formamos un trío perfecto mientras me miro con deseo en el cristal de la puerta del balcón. Mis gemidos y temblores también participan en ello.
-Joder que gusto –gimotea Amo mientras acaricia suave y lentamente mi espalda.
Amo ahora se sienta en el sofá y yo frente a ÉL arrodillada se la como mientras sigo con el Hitachi buscando mi siguiente orgasmo.
-Disfruta que pronto se te acaba la diversión.
La polla entra y sale de mí boca, la saboreo, redondeo, disfruto, la hago mía y así es mi forma de “torturar” a Amo.
-Pequeña, ¿quieres leche? Que parece que la buscas – me dice cuando lamo las zonas por donde siente más placer.
Le miro y sonrío provocándole. Amo culmina en mi boca y después trago y limpio hasta la última gota. Voy a lavar la cola, el Hitachi y el dildo y cuando salgo me ordena desnudarme dejando únicamente las medias. Me entra un alivio al quitarme la ropa interior ya que estoy un poco dolorida por las chinchetas. El coño está rojito, mezclado por el doble placer de chinchetas e Hitachi fusionando así de nuevo el placer y el dolor.
-Qué bonito- dice Amo señalándolo.
En la mesa descansan la fusta de doma (que por supuesto resoplo cuando la veo y Amo me dice que ahí está mi amiga) ratán, goma, vara y pinzas de la ropa.
Me coloco en medio del salón y Amo me habla:
-Hoy el rojo está presente pero intentaremos que lo más lejos posible.
En ese momento siento presión por si en lugar de tenerlo lejos lo tengo más cerca que nunca o aguanto para que no lo esté y pasar límites que no debo.
Amo me coloca por la cintura la goma de los zapatos y la sube hasta las tetas a la altura de los pezones, me la aprieta, la tensa y la destensa con ganas golpeándome ésta por los pezones y en el pecho donde siento un fuerte dolor y llevo mi mano automáticamente a él, chillo y me corta la respiración. Parece como si el corazón dejase de latir. Son golpes secos y contundentes, como si de una vara se tratara pero más finita. Como siempre mis ojos están cerrados para mejor concentración, de esta forma tampoco veo cuando me va a golpear. 
Me da siete veces por el cuerpo que se convierten en diez al ser impar por las piernas y coño. Resoplo, inspiro y expiro. Me doy la vuelta dando la espalda a Amo con las manos delante. Me azota con lo que identifico de inmediato: ratán.
-Como me habías pedido marcas con el ratán…
Le miro sin entender nada, le había pedido marcas similares a las que tuve con la vara. Bueno en verdad marcas van a ser, qué más da con qué😝 Me golpea incontablemente con él, poco a poco va dibujando mi culo también. Mis ojos empiezan a llorar, ya llevaban tiempo conteniéndose. Coge la fusta y la hace silbar en el aire y después me golpea con ella por el culo, por las piernas, entrepierna, espalda, tetas, barriga y coño. Alterna fusta, goma y ratán. Mi llanto no apacigua, se hace más fuerte en cada nuevo golpe que recibo. Elijo llenar el silencio de la noche con mis chillidos y gritos. Amo me acaricia la cabeza y me abraza por detrás tranquilizándome.
-¿Estás bien? -Le asiento débilmente-. :-No te extralimites Daira.
Me toco y compruebo mi humedad. Me doy la vuelta, ahora le toca a la parte delantera. Amo sigue haciendo lo mismo con todos los objetos. Pongo las manos atrás y la barbilla arriba mientras recibo golpe tras golpe. Pataleo, chillo, grito, lloro. Mi boca tiembla del imparable llanto, similar a cuando haces pucheros.
-No puedo –espeto llorando y negando con la cabeza. Amo me abraza.
-Si puedes, lo estás haciendo muy bien. Tú eres una guerrera y puedes con todo.
Me ordena de rodillas y pregunta si quiero seguir. Al ver que dudo me dice que seguimos. Bebo agua para recomponerme y continuamos tras decirle a Amo que sí puedo seguir. Con la goma sigue coloreando mi cuerpo y ahora también me da por el culo. En el coño, piernas y pezones me hace muchísimo daño. En la barriga los aguanto.

Con el ratán me sigue azotando, me da consecutivos. Me tira del pelo. Me animo mentalmente a mí misma “Aguanta Daira”. Mi cuerpo se ladea cuando me da en la entrepierna, coño, muslos y pezones. Éstos me los tapo después del golpe como mecanismo de defensa. Me acaricia el culo y la espalda. El culo me arde, me alivio con mi mano y en el coño igual. Mi cuerpo tiembla y lo que segundos antes era todo calor, ahora se convierte en una bajada de temperatura. Mi cuerpo acoge un estado de frialdad y mi piel se eriza. La fusta se divierte por mi cuerpo golpeándome seguidas veces. Pataleo y respiro. Me ordena abrir los ojos aunque por poco tiempo, ya que se me cierran impulsivamente. Me doy la vuelta varias veces para recibir tanto por delante como por detrás. Ahora seguimos por la parte delantera, por la que no aguanto nada. Mis lágrimas no denotan rendirme.
-Hay que trabajar esta parte. A ver esos abdominales.
Contraigo la barriga y zas, me golpea. Me pone pinzas en los pezones. Amo las ha aflojado un poco para que no me centre solo en eso. Me las quita a fustazos. De nuevo de espaldas seguimos con el ratán, meto el culo hacia dentro esperando el golpe que nunca llega y cuando me relajo me golpea. Chillo y Amo me tapa la boca.
-¿Estás bien? ¿Puedes seguir?
Le asiento con duda ya que no sé cuánto más. Amo me dice que hemos conseguido una poquita sangre. Eso me anima aunque no dejo de llorar. De frente de nuevo y con el ratán en el coño y mi cuerpo.
-Respira y no te desconcentres. Ya sabes que es todo mental. Venga que estas aguantando mucho.
Unos nuevos golpes en los pezones y coño son mi detonante para decirle a Amo que pare. No he parado de llorar en ningún momento. Cada vez se hacía mas desconsolado.
-Ya no más por favor- le digo con voz suplicante.
Amo deja el ratán en la mesa y me ordena arrodillarme. Me abrazo a su pierna fuerte y voy calmando mi imparable llanto. Me levanta y abraza. Me consuela, sintiendo esa sensación de calma que reconforta.
-Lo siento –le digo apoyada en su pecho.
-No pasa nada Daira, tranquila. Estoy muy orgulloso de ti. Has aguantado mucho.
-No – lloro y le abrazo más fuerte.
-Sí. Llora y expulsa tensiones.
Necesitaba desahogarme. Han sido muchas emociones juntas. Poco a poco me voy calmando.
-¿Quieres parar del todo o hacemos Shibari?
-Hacemos Shibari.
-Que zorra eres –y se ríe.
Le devuelvo el gesto. Una vez que me entono procedemos a practicar con las recién llegadas cuerdas de yute y simulamos algunas suspensiones. Entre el roce con Amo y las cuerdas no dejo de estar excitada. Tengo los pezones y el cuerpo sensibilizado y cualquier roce de la cuerda y de Amo me hacen daño, me raspa y escuece.
-Bonita –me susurra.
Al rato finalizamos, me visto, descansamos en el sofá y la noche concluye con otra mamada.


GRACIAS MI AMO.
Daira.