Jo, cuanto
tiempo ha pasado desde la última sesión, tres semanas eternas y sin ver a Amo.
Aunque nos vimos hace dos semanas, no sesionamos, quedamos para ver una peli y
poco más. Esta semana también estaba algo dudosa, aunque cuando recibí el mensaje
de Amo dándome las órdenes para la sesión, ya era fijo que si quedaríamos. Las
órdenes eran sencillas: Te quiero guapa,
de negro y tacones. Tráete la cinta que compraste. Al leer lo último me
imaginé lo que podría pasar, llevábamos tiempo queriéndolo hacer pero por
circunstancias no se había podido. El jueves me dispongo como siempre con los
preparativos, aunque tenía claro desde un principio lo que llevaría. Mis
taconazos, vestido y medias negras, y por supuesto mis labios rojos. No sé por
qué pero estoy especialmente nerviosa… joder ni que hubiese pasado un año sin
vernos jajaja.
Una vez que
ya estoy con Amo, ÉL me nota mi nerviosismo pero disimulo y le hago creer que
es el frío (que también eh, que conste). Mientras cenamos, hablamos y poco a
poco calmo los nervios, nos ponemos al día y demás. En su puerta, permiso para
entrar, hablamos y acordamos temas futuros.
-Busca en el
primer cajón del mueble, a ver que dos cosas te llaman la atención.
Como una
niña chica e ilusionada voy a buscar en el cajón, lo primero lo veo nada más
abrirlo, son las chinchetas, yo misma le pedí a Amo que quería probarlas jeje,
lo segundo me cuesta un poco más ya que está en una bolsa y no quería
chinchorrear las cosas que no son mías. Cuando Amo me dice que está en una bolsa
el olfatillo de perra no falla, la encuentro de inmediato, la grapadora!!!! Mis
sospechas eran ciertas. Amo me dice que le ponga una en el brazo para probar,
dudo mucho en hacerlo pero me anima para que lo haga ya que no me pasará nada,
y aparte se me hace raro hacerlo. Curo su sangre con alcohol y un disco
desmaquillan te, le cuido hasta que deja de sangrar. Amo se va a la ducha.
Espero a que salga para vestirme, ya que así me había mandado. Mientras prepara
las cosas yo me preparo. Al salir del baño e ir hacia el salón, Amo no me quita
ojo de encima.
-Lista –le
digo sonriendo ante su ardiente mirada.
-Ya echaba
de menos verte así.
Me agarra de
las manos y me da una vuelta. Me besa y chupa mi cuello.
-No sé por
dónde empezar –me dice mientras sigue mirándome. Que buena estas. ¿Preparada?
-Sí –le
sonrío tímidamente, y le sigo hacia un sillón, donde me pongo frente a éste.
-¿Te
acuerdas de <la secretaria>?
-Sí.
-Pues apoya
los brazos en la madera.
Me quito los
zapatos para poder llegar mejor, me subo de rodillas al sillón, apoyo los
brazos en los brazos de éste, bien pegados y Amo me ata las muñecas y parte de
ambos brazos.
-Estás preciosa así –me susurra.
Bajo tímida
la mirada y siento que sonríe, sabe que siempre actúo así. Amo nos conduce a
ambos hacia el otro lado del salón, cara a la pared y de espaldas a ÉL. Me
incorporo para exponer el culo y entregarme a mi Amo. Me pone una corbata en la
boca, una vez que la tengo bien sujeta con los dientes me la ata a la cabeza.
Me entrega una cajita de chinchetas por si necesito parar tirarlas al suelo.
-¿Preparada?
Asiento
convencida, con ganas y ánimo.
-Demasiado
blanco – dice refiriéndose al culo.
Sonrío
pensando exactamente lo mismo, sí, lleva mucho tiempo blanco 😞 La telonera de la noche no podía ser
otra que la hábil mano de Amo. Los primeros son suaves, apenas me duelen, y
poco a poco va subiendo intensidad y fuerza. Me da seguidos y rápidos y
arremete puñetazos. No emito el más mínimo sonido. Por ahora claro… Me muerde
ambas nalgas, empezando por la izquierda y terminando en la derecha. Coge el
flogger, me azota por la espalda para ir entrando en calor y después traza un
recorrido hasta llegar al culo donde atesta golpes progresivamente, cada golpe
nuevo lleva un poco más de dolor. La pasea por mi culo mientras Amo se aleja a
por otro objeto. Al regresar hacia mi sitio, mete un dedo en mi interior y lo
chupa. Me azota con la tira de cuero que me obliga a dar un respingón por la
sorpresa y el dolor.
-Esto lo
conoces ¿eh?
Asiento. Me
azota fuerte con ella durante un rato, aquí mi boca ya empieza a quejarse y mi
respiración a entrecortarse. Amo coloca la tira de cuero en mi espalda, la
sostengo con cuidado para no hacerla caer mientras va a por la palmera y me
azota con ella.
-Ya va
cogiendo color.
Acaricia mi
culo con pequeños redondeles. En cada golpe emito varios gruñidos de dolor.
Tras finalizar con ella y dejar en su sitio ambas cosas, me chupa el culo.
-¿Te gusta
perrita?
Asiento y
respiro. Coge otro juguete, me percato de lo que es sobre todo cuando un
zumbido en el aire me saca de mis pensamientos. La posa en mi coño unos
segundos y después la mueve hacia delante y hacia atrás despacio y suave, eso
me excita y me echo hacia delante esperando el golpe en el coño que nunca llegó,
por suerte. Me tira del pelo.
-Esta zorra
necesita vara –espeta Amo.
Empieza con
los golpes sobre mis nalgas, hacía tiempo que no la usábamos y ya apenas
recordaba el dolor que se sentía (que no significa que no me acordase de lo que
duele, eh) jajaja.
-Dijimos que
íbamos a subir de niveles ¿no?
Le asiento,
instintivamente empiezo a contar para mí por si se le ocurriese a Amo
preguntarme, en el azote catorce decido dejarlo y centrarme únicamente en el
dolor. Me golpea la entrepierna también, aquí me duele horrores siempre, son
insoportables para mí. Me desata la corbata pero la dejo quieta en mi boca, Amo
no me ha dicho que la suelte asique por si acaso… no la suelto. A parte que me
da morbo tenerla 😊
-¿Estas
bien? –Asiento- ¿Quieres seguir? –Vuelvo a asentir- Puta. ¿Hasta doscientos
otra vez?
Me encojo de
hombros a modo de: no sé si los aguantaré pero vamos a intentarlo. Ambos
sonreímos. Me azota fuertemente con ella, me encojo, mis piernas empiezan a
temblar, gruño y me quejo. Vuelve con su mano, me saben a gloria esos azotes.
Me baja el tanga, toca mi evidente humedad y después me ordena quitármelo. Coloca
una toalla debajo de mí ¿Qué irá a hacer? Pues… se sienta en la toalla y se acopla
entre mis piernas, sonríe al ver que tengo la corbata aun en la boca y después
de llamarme zorra me la quita para seguidamente atacar a mi coño con su lengua
viperina, haciéndome retorcer de placer en el sillón y llegando varias veces al
orgasmo.
-¿Te gusta
perrita?
Le asiento
entre jadeos. Me azota simultáneamente que me devora el coño. De vez en cuando
agacho la cabeza para observar a un Amo concentrado y disfrutando a la vez de
mí, al igual que yo de ÉL.
-Joder –
consigo decir entre jadeos y gemidos.
Cuando llego
al último orgasmo, siendo el más intenso de todos, Amo para. Estoy temblando,
soy incapaz de levantarme y me quedo un rato en el sillón mientras recupero el
aliento. Amo va a por algo y cuando regresa me levanto.
-¿Qué te
pasa que te tiembla todo? –se mofa
-Puf, no lo
sé –le digo sonriendo.
Ambos
reímos. Me toca mi húmedo sexo.
-Madre mía
como estamos por aquí-me dice.
Estoy
chorreando, literal. Expongo el culo de nuevo y Amo la introduce en mi interior
despacio. Poco a poco va cogiendo más ritmo, fuerza, intensidad y placer. Amo
se deshace de toda su ropa. Me folla tan duro que incluso se me levantan los
pies del suelo y a pesar de que Amo me tiene cogida por la cintura acabo de rodillas en el sofá
inconscientemente. Me desata de las cuerdas y del sillón quedando mis brazos
libres, los sacudo para avivarlos y vuelve a follarme. Tira de mi pelo. Me
levanta y vamos al sofá, Amo se sienta y me acerco a su polla creyendo que era
para eso pero me dice que nanai, que donde voy jajaja. Me subo encima de ÉL, le
cabalgo, me muevo, tengo muchísima calor y Amo me da permiso para quitarme el
vestido. Se lo agradezco.
-Que
calentita estás. Como te gusta cabalgar.
Me besa, nos
miramos y sonreímos cómplices.
-Eso es,
fóllame.
Sigo
moviendo mis caderas, de arriba abajo y hacia delante y hacia atrás. Me saca un
pezón del sujetador y lo chupa obligándome a gemir más. Tira de mi pelo.
Sutilmente le “araño” la cabeza, bueno, se la masajeo🙂 Mete un dedo en mi culo. Tras varios
vaivenes de cadera más, Amo me coge en brazos, varias embestidas de pie y
después me lleva a la mesa redonda. El frío cristal me alivia en mi dolorido
culo. Permanezco sentada ya que Amo no me ha dejado echarme hacia atrás. Vuelve
a penetrarme fuerte y duro, le rodeo la cintura, me besa, piernas en hombros,
abiertas de par en par….etc. etc.
-Que suave.
Me encanta follarte.
Ambos
miramos como entra y sale la polla de mi interior. Agarro los dedos de Amo y ÉL
me los aprieta fuerte. Me tumbo y Amo me trae un cojín para la cabeza y
espalda. Estoy bañada en sudor. Nos miramos, sonreímos cómplices, jadeamos y
gemimos juntos. Me toca “el botón” y me retuerzo literalmente en la mesa
llegando a nuevos orgasmos y temiendo seriamente en caerme aunque no pensaba en
eso precisamente. Me hace callar por mis sonoros gemidos. Me bajo de la mesa y
me apoyo exponiendo de nuevo el culo, me pongo los tacones para darle mejor
acceso a Amo. Me sigue follando y vuelve a torturarme con “el botón”, me ofrece
sus dedos para chuparlos y así acallar mis gritos de placer y tras infinitas
embestidas, Amo finaliza con la más dulce tortura. Descansamos unos minutos,
voy temblando hacia la mesa despacio, bebo agua, me duele el culo y me siento
en el sofá hasta que Amo regresa del baño y me levanto para la siguiente orden.
Me ordena sentarme en el otro sofá mirando al frente, se sienta a mi lado y me
vuelve a torturar “el botón”. Me remuevo por el sofá, cierro las piernas y me
regaña “calmado”. Mete dedos en mi
interior esporádicamente. Me corro.
-Abre las
piernas Daira –dice algo enfurecido.
Amo me dice
que le masturbe mientras tanto y así me entretengo mientras ÉL me putea, asique
me pongo manos a la obra y nunca mejor dicho jajaja.
-Ya no sabes
a que atender eh –se cachondea.
“Botón”,
polla, “botón”, polla…si me centraba en “el botón” perdía el ritmo de la paja y
viceversa jajaja, pero al final controlé todo😎 Por fin llega el momento que tanto
ansiaba escuchar de la boca de Amo, que se la comiera. Me giro, me pongo a
cuatro, quito mis zapatos y con urgencia la meto en mi boca para saborearla
después de tanto tiempo, ya la echaba de menos y ¡qué ganas le tenía!
-Mírala como
se tira. Tres semanas sin leche de Amo, ¿eh pequeña?
Jajaja cuanto
vicio. Le asiento y sonrío provocativa y perversa. Amo coge un cigarro y se lo
fuma mientras, el cenicero lo coloca sobre el hueco de mi espalda, al principio
rezo para que no se caiga pero después ignoro que lo tengo. Cuando termina me
lo quita y lo deja en la mesa y en otra posición sigo disfrutando de la polla
de Amo.
-Es tuya,
disfrútala.
Sus palabras
alimentaban mi apetito. Mi boca la atraía cada vez más profundamente. Me araña
la espalda de abajo arriba. Después,
interpretando las señales de su cuerpo, sentí que llegaba a un punto de
inflexión y reduje el ritmo hasta vaciarse en mi boca, sin dejar rastro y
tragando con ganas.
-Mi chica,
madre.
Me acerco a
ÉL, me besa y nos abrazamos, yo por supuesto aprovechando la ocasión para
manosearle la espalda. Nos levantamos, me ordena ponerme el tanga y los tacones
y voy hacia donde se encuentra Amo preparando las cosas. Grapadora, alcohol,
cristalmina, cinta de raso, discos desmaquillantes… Amo me echa cristalmina y pone
una grapa en el culo para probar, la verdad que apenas me duele asique se me
pasan aún más los nervios, aunque ganaban más las ganas de todas formas. Comprobamos
que la grapa no se sale que era lo que más preocupaba a Amo y seguimos. Coge
los trozos de cinta que previamente había cortado y preparado y me los va
grapando sobre distintas partes de mi cuerpo. Me coloca una en cada nalga, una
en cada lateral de la espalda y dos en cada brazo, haciendo un total de ocho.
La idea era hacer un ángel. Las grapas en la espalda y en los brazos duelen
mucho más que en el culo, ya me había hecho yo ilusiones con la del culo. El
dolor al poner la grapa es como si te diesen un calambre y persiste durante
unos segundos. Me gusta 🤤Una vez tengo todas las cintas colocadas y grapadas, voy a
la pared para que Amo forme el ángel, colocando las cintas a la pared y
sujetándolas con chinchetas. Amo me ordena tirar hacia delante y tras un
brevísimo instante de duda, ando y tiro de las grapas para hacerlas quitar de
mi cuerpo. Duele pero se quitan enseguida y es un dolor efímero. Amo me informa
de que la sangre ya empieza a brotar, jo que ganas de verlo, por suerte Amo lo
grabó todo😊 Me cura con alcohol y me sorprendo cuando no me escuece
nada. Veo los discos desmaquillantes en la mesa manchados de sangre, joder me
encanta.
-Ala de
sangre –le digo a Amo ilusionada.
-Sí – y sonríe.
Una vez que estoy curada, pasamos a
mi petición, las chinchetas 👏Colocamos una gran cantidad en el suelo y me siento
sobre ellas. Amo se tumba en el suelo a mi lado. La gracia era hacer fotos y
ver las chinchetas que quedaban clavadas en el culo al levantarme. La primera
vez no surte mucho efecto asique como perfeccionista y cabezona soy un rato le
pido a Amo hacerlo otra vez.
Por supuesto me lo concede y me quito
los zapatos porque se me escurren y me dificulta sentarme. La segunda se clavan
algunas más pero tampoco las suficientes asique ponemos más chinchetas en el
suelo, cambio de estrategia y lo hago de la forma que me dice Amo, en lugar de
sentarme directamente, mejor estirar las piernas y dejarme caer. La sensación
es brutal, me encanta, a la vista está que provoco a Amo todo el rato para
hacerlo más veces. A la tercera va la vencida ✌Quiero volver a repetir Amo, y las
grapas, también 🤤
GRACIAS MI AMO 💜
Daira.