jueves, 13 de diciembre de 2018

El ángel de la noche oscura.


Jo, cuanto tiempo ha pasado desde la última sesión, tres semanas eternas y sin ver a Amo. Aunque nos vimos hace dos semanas, no sesionamos, quedamos para ver una peli y poco más. Esta semana también estaba algo dudosa, aunque cuando recibí el mensaje de Amo dándome las órdenes para la sesión, ya era fijo que si quedaríamos. Las órdenes eran sencillas: Te quiero guapa, de negro y tacones. Tráete la cinta que compraste. Al leer lo último me imaginé lo que podría pasar, llevábamos tiempo queriéndolo hacer pero por circunstancias no se había podido. El jueves me dispongo como siempre con los preparativos, aunque tenía claro desde un principio lo que llevaría. Mis taconazos, vestido y medias negras, y por supuesto mis labios rojos. No sé por qué pero estoy especialmente nerviosa… joder ni que hubiese pasado un año sin vernos jajaja.
Una vez que ya estoy con Amo, ÉL me nota mi nerviosismo pero disimulo y le hago creer que es el frío (que también eh, que conste). Mientras cenamos, hablamos y poco a poco calmo los nervios, nos ponemos al día y demás. En su puerta, permiso para entrar, hablamos y acordamos temas futuros.
-Busca en el primer cajón del mueble, a ver que dos cosas te llaman la atención.
Como una niña chica e ilusionada voy a buscar en el cajón, lo primero lo veo nada más abrirlo, son las chinchetas, yo misma le pedí a Amo que quería probarlas jeje, lo segundo me cuesta un poco más ya que está en una bolsa y no quería chinchorrear las cosas que no son mías. Cuando Amo me dice que está en una bolsa el olfatillo de perra no falla, la encuentro de inmediato, la grapadora!!!! Mis sospechas eran ciertas. Amo me dice que le ponga una en el brazo para probar, dudo mucho en hacerlo pero me anima para que lo haga ya que no me pasará nada, y aparte se me hace raro hacerlo. Curo su sangre con alcohol y un disco desmaquillan te, le cuido hasta que deja de sangrar. Amo se va a la ducha. Espero a que salga para vestirme, ya que así me había mandado. Mientras prepara las cosas yo me preparo. Al salir del baño e ir hacia el salón, Amo no me quita ojo de encima.
-Lista –le digo sonriendo ante su ardiente mirada.
-Ya echaba de menos verte así.
Me agarra de las manos y me da una vuelta. Me besa y chupa mi cuello.
-No sé por dónde empezar –me dice mientras sigue mirándome. Que buena estas. ¿Preparada?
-Sí –le sonrío tímidamente, y le sigo hacia un sillón, donde me pongo frente a éste.
-¿Te acuerdas de <la secretaria>?
-Sí.
-Pues apoya los brazos en la madera.
Me quito los zapatos para poder llegar mejor, me subo de rodillas al sillón, apoyo los brazos en los brazos de éste, bien pegados y Amo me ata las muñecas y parte de ambos brazos.
-Estás preciosa así –me susurra.
Bajo tímida la mirada y siento que sonríe, sabe que siempre actúo así. Amo nos conduce a ambos hacia el otro lado del salón, cara a la pared y de espaldas a ÉL. Me incorporo para exponer el culo y entregarme a mi Amo. Me pone una corbata en la boca, una vez que la tengo bien sujeta con los dientes me la ata a la cabeza. Me entrega una cajita de chinchetas por si necesito parar tirarlas al suelo.

-¿Preparada?
Asiento convencida, con ganas y ánimo.
-Demasiado blanco – dice refiriéndose al culo.
Sonrío pensando exactamente lo mismo, sí, lleva mucho tiempo blanco 😞 La telonera de la noche no podía ser otra que la hábil mano de Amo. Los primeros son suaves, apenas me duelen, y poco a poco va subiendo intensidad y fuerza. Me da seguidos y rápidos y arremete puñetazos. No emito el más mínimo sonido. Por ahora claro… Me muerde ambas nalgas, empezando por la izquierda y terminando en la derecha. Coge el flogger, me azota por la espalda para ir entrando en calor y después traza un recorrido hasta llegar al culo donde atesta golpes progresivamente, cada golpe nuevo lleva un poco más de dolor. La pasea por mi culo mientras Amo se aleja a por otro objeto. Al regresar hacia mi sitio, mete un dedo en mi interior y lo chupa. Me azota con la tira de cuero que me obliga a dar un respingón por la sorpresa y el dolor.
-Esto lo conoces ¿eh?
Asiento. Me azota fuerte con ella durante un rato, aquí mi boca ya empieza a quejarse y mi respiración a entrecortarse. Amo coloca la tira de cuero en mi espalda, la sostengo con cuidado para no hacerla caer mientras va a por la palmera y me azota con ella.
-Ya va cogiendo color.
Acaricia mi culo con pequeños redondeles. En cada golpe emito varios gruñidos de dolor. Tras finalizar con ella y dejar en su sitio ambas cosas, me chupa el culo.
-¿Te gusta perrita?
Asiento y respiro. Coge otro juguete, me percato de lo que es sobre todo cuando un zumbido en el aire me saca de mis pensamientos. La posa en mi coño unos segundos y después la mueve hacia delante y hacia atrás despacio y suave, eso me excita y me echo hacia delante esperando el golpe en el coño que nunca llegó, por suerte. Me tira del pelo.
-Esta zorra necesita vara –espeta Amo.
Empieza con los golpes sobre mis nalgas, hacía tiempo que no la usábamos y ya apenas recordaba el dolor que se sentía (que no significa que no me acordase de lo que duele, eh) jajaja.
-Dijimos que íbamos a subir de niveles ¿no?
Le asiento, instintivamente empiezo a contar para mí por si se le ocurriese a Amo preguntarme, en el azote catorce decido dejarlo y centrarme únicamente en el dolor. Me golpea la entrepierna también, aquí me duele horrores siempre, son insoportables para mí. Me desata la corbata pero la dejo quieta en mi boca, Amo no me ha dicho que la suelte asique por si acaso… no la suelto. A parte que me da morbo tenerla 😊
-¿Estas bien? –Asiento- ¿Quieres seguir? –Vuelvo a asentir- Puta. ¿Hasta doscientos otra vez?
Me encojo de hombros a modo de: no sé si los aguantaré pero vamos a intentarlo. Ambos sonreímos. Me azota fuertemente con ella, me encojo, mis piernas empiezan a temblar, gruño y me quejo. Vuelve con su mano, me saben a gloria esos azotes. Me baja el tanga, toca mi evidente humedad y después me ordena quitármelo. Coloca una toalla debajo de mí ¿Qué irá a hacer? Pues… se sienta en la toalla y se acopla entre mis piernas, sonríe al ver que tengo la corbata aun en la boca y después de llamarme zorra me la quita para seguidamente atacar a mi coño con su lengua viperina, haciéndome retorcer de placer en el sillón y llegando varias veces al orgasmo.
-¿Te gusta perrita?
Le asiento entre jadeos. Me azota simultáneamente que me devora el coño. De vez en cuando agacho la cabeza para observar a un Amo concentrado y disfrutando a la vez de mí, al igual que yo de ÉL.
-Joder – consigo decir entre jadeos y gemidos.
Cuando llego al último orgasmo, siendo el más intenso de todos, Amo para. Estoy temblando, soy incapaz de levantarme y me quedo un rato en el sillón mientras recupero el aliento. Amo va a por algo y cuando regresa me levanto.
-¿Qué te pasa que te tiembla todo? –se mofa
-Puf, no lo sé –le digo sonriendo.
Ambos reímos. Me toca mi húmedo sexo.
-Madre mía como estamos por aquí-me dice.
Estoy chorreando, literal. Expongo el culo de nuevo y Amo la introduce en mi interior despacio. Poco a poco va cogiendo más ritmo, fuerza, intensidad y placer. Amo se deshace de toda su ropa. Me folla tan duro que incluso se me levantan los pies del suelo y a pesar de que Amo me tiene cogida por la cintura  acabo de rodillas en el sofá inconscientemente. Me desata de las cuerdas y del sillón quedando mis brazos libres, los sacudo para avivarlos y vuelve a follarme. Tira de mi pelo. Me levanta y vamos al sofá, Amo se sienta y me acerco a su polla creyendo que era para eso pero me dice que nanai, que donde voy jajaja. Me subo encima de ÉL, le cabalgo, me muevo, tengo muchísima calor y Amo me da permiso para quitarme el vestido. Se lo agradezco.
-Que calentita estás. Como te gusta cabalgar.
Me besa, nos miramos y sonreímos cómplices.
-Eso es, fóllame.
Sigo moviendo mis caderas, de arriba abajo y hacia delante y hacia atrás. Me saca un pezón del sujetador y lo chupa obligándome a gemir más. Tira de mi pelo. Sutilmente le “araño” la cabeza, bueno, se la masajeo🙂 Mete un dedo en mi culo. Tras varios vaivenes de cadera más, Amo me coge en brazos, varias embestidas de pie y después me lleva a la mesa redonda. El frío cristal me alivia en mi dolorido culo. Permanezco sentada ya que Amo no me ha dejado echarme hacia atrás. Vuelve a penetrarme fuerte y duro, le rodeo la cintura, me besa, piernas en hombros, abiertas de par en par….etc. etc.
-Que suave. Me encanta follarte.
Ambos miramos como entra y sale la polla de mi interior. Agarro los dedos de Amo y ÉL me los aprieta fuerte. Me tumbo y Amo me trae un cojín para la cabeza y espalda. Estoy bañada en sudor. Nos miramos, sonreímos cómplices, jadeamos y gemimos juntos. Me toca “el botón” y me retuerzo literalmente en la mesa llegando a nuevos orgasmos y temiendo seriamente en caerme aunque no pensaba en eso precisamente. Me hace callar por mis sonoros gemidos. Me bajo de la mesa y me apoyo exponiendo de nuevo el culo, me pongo los tacones para darle mejor acceso a Amo. Me sigue follando y vuelve a torturarme con “el botón”, me ofrece sus dedos para chuparlos y así acallar mis gritos de placer y tras infinitas embestidas, Amo finaliza con la más dulce tortura. Descansamos unos minutos, voy temblando hacia la mesa despacio, bebo agua, me duele el culo y me siento en el sofá hasta que Amo regresa del baño y me levanto para la siguiente orden. Me ordena sentarme en el otro sofá mirando al frente, se sienta a mi lado y me vuelve a torturar “el botón”. Me remuevo por el sofá, cierro las piernas y me regaña “calmado”.  Mete dedos en mi interior esporádicamente. Me corro.
-Abre las piernas Daira –dice algo enfurecido.
Amo me dice que le masturbe mientras tanto y así me entretengo mientras ÉL me putea, asique me pongo manos a la obra y nunca mejor dicho jajaja.
-Ya no sabes a que atender eh –se cachondea.
“Botón”, polla, “botón”, polla…si me centraba en “el botón” perdía el ritmo de la paja y viceversa jajaja, pero al final controlé todo😎 Por fin llega el momento que tanto ansiaba escuchar de la boca de Amo, que se la comiera. Me giro, me pongo a cuatro, quito mis zapatos y con urgencia la meto en mi boca para saborearla después de tanto tiempo, ya la echaba de menos y ¡qué ganas le tenía!
-Mírala como se tira. Tres semanas sin leche de Amo, ¿eh pequeña?
Jajaja cuanto vicio. Le asiento y sonrío provocativa y perversa. Amo coge un cigarro y se lo fuma mientras, el cenicero lo coloca sobre el hueco de mi espalda, al principio rezo para que no se caiga pero después ignoro que lo tengo. Cuando termina me lo quita y lo deja en la mesa y en otra posición sigo disfrutando de la polla de Amo.
-Es tuya, disfrútala.
Sus palabras alimentaban mi apetito. Mi boca la atraía cada vez más profundamente. Me araña la espalda de abajo arriba.  Después, interpretando las señales de su cuerpo, sentí que llegaba a un punto de inflexión y reduje el ritmo hasta vaciarse en mi boca, sin dejar rastro y tragando con ganas.
-Mi chica, madre.
Me acerco a ÉL, me besa y nos abrazamos, yo por supuesto aprovechando la ocasión para manosearle la espalda. Nos levantamos, me ordena ponerme el tanga y los tacones y voy hacia donde se encuentra Amo preparando las cosas. Grapadora, alcohol, cristalmina, cinta de raso, discos desmaquillantes… Amo me echa cristalmina y pone una grapa en el culo para probar, la verdad que apenas me duele asique se me pasan aún más los nervios, aunque ganaban más las ganas de todas formas. Comprobamos que la grapa no se sale que era lo que más preocupaba a Amo y seguimos. Coge los trozos de cinta que previamente había cortado y preparado y me los va grapando sobre distintas partes de mi cuerpo. Me coloca una en cada nalga, una en cada lateral de la espalda y dos en cada brazo, haciendo un total de ocho. La idea era hacer un ángel. Las grapas en la espalda y en los brazos duelen mucho más que en el culo, ya me había hecho yo ilusiones con la del culo. El dolor al poner la grapa es como si te diesen un calambre y persiste durante unos segundos. Me gusta 🤤Una vez tengo todas las cintas colocadas y grapadas, voy a la pared para que Amo forme el ángel, colocando las cintas a la pared y sujetándolas con chinchetas. Amo me ordena tirar hacia delante y tras un brevísimo instante de duda, ando y tiro de las grapas para hacerlas quitar de mi cuerpo. Duele pero se quitan enseguida y es un dolor efímero. Amo me informa de que la sangre ya empieza a brotar, jo que ganas de verlo, por suerte Amo lo grabó todo😊 Me cura con alcohol y me sorprendo cuando no me escuece nada. Veo los discos desmaquillantes en la mesa manchados de sangre, joder me encanta.
-Ala de sangre –le digo a Amo ilusionada.
-Sí – y sonríe.

Una vez que estoy curada, pasamos a mi petición, las chinchetas 👏Colocamos una gran cantidad en el suelo y me siento sobre ellas. Amo se tumba en el suelo a mi lado. La gracia era hacer fotos y ver las chinchetas que quedaban clavadas en el culo al levantarme. La primera vez no surte mucho efecto asique como perfeccionista y cabezona soy un rato le pido a Amo hacerlo otra vez.

Por supuesto me lo concede y me quito los zapatos porque se me escurren y me dificulta sentarme. La segunda se clavan algunas más pero tampoco las suficientes asique ponemos más chinchetas en el suelo, cambio de estrategia y lo hago de la forma que me dice Amo, en lugar de sentarme directamente, mejor estirar las piernas y dejarme caer. La sensación es brutal, me encanta, a la vista está que provoco a Amo todo el rato para hacerlo más veces. A la tercera va la vencida  ✌Quiero volver a repetir Amo, y las grapas, también  🤤


 












GRACIAS MI AMO 💜

Daira.