sábado, 25 de agosto de 2018

Una tarde explosiva por la naturaleza 🌳


Los planes se nos chafan, íbamos a tener sesión exterior en un campo de un amigo de Amo y a última hora avisa de que no se puede…Amo se molesta por no salir los planes como se habían planificado y a mí me da rabia también. Al final quedamos en ir a una zona del pueblo de Amo, donde la gente suele hacer campos llena de árboles…caminos….etc. y demás para ojear un poco y ver que se cuece por allí para posibles sesiones… quedamos a una hora considerable confiando que no haya nadie allí ya. Damos vueltas por distintas zonas, en una de ellas nos encontramos con acebo y Amo coge una ramita, me bajo el pantalón y me azota… joder como pica… aún tenía marquitas de la última sesión de la sangre, eso supongo que incrementa un poco el dolor al dar en la “herida” y me informa que también hace sangre ¡tooma! La cosa es que me quedo con ganas de más. Vamos hacia otra zona y la cosa no empieza bien, hay un coche justo allí y un hombre que no nos quita ojo… Nos ponemos en una zona donde nos tapa un muro, justo hay árboles y Amo me esposa a éste, me pone la correa y se sienta en la mesa que hay al lado… Aviso de que viene un coche y me desata rápido…disimulamos…abrazos…disimulamos…el coche se va y vuelvo al árbol tal cual estaba antes, saca la vara y me azota por encima del pantalón, doler duele menos eso está claro…pero igualmente duele que da gusto. Amo me quita las esposas y me ata sobre el árbol ahora con la misma correa, chupa mi cuello, mete la mano por el pantalón y mete dedos en mi interior que después me los ofrece para chupar…como era de esperar ya estaba mojada por el hecho de estar atada a un árbol (hacía tiempo que quería hacerlo) y por el morbo de ver como pasaban coches y tener el hombre muy cerca nuestra.
-¿Sabes bien?
Le asiento y sonrío. Después de un rato me suelta. Hacemos tiempo a ver si el hombre pesado se va y nos deja solos. Disimulamos con cariñitos varios para que crea que vamos a tener sexo y se pire. Por fin se va, Amo me pone la correa y me pasea por el campo mientras vamos en busca de algún árbol un poco más “resguardado” donde poder atarme y probar cosas. Me ata a un árbol y le aviso de que viene gente…nos reímos, no nos lo podemos creer ¿es que no nos van a dejar solos nunca o qué? Jajaja. Bueno, no desistimos y vamos en busca de más árboles, Amo me silba y le sigo rápido para no perderle la pista. Encontramos un árbol en condiciones, ahora siiii, Amo me esposa los brazos en la espalda, me baja el pantalón y tanga, expongo el culo, apoyo la cara en el tronco, escucho el zumbido de la vara al moverla en el aire y me golpea con ésta, joder que morbazo dios. La corteza del árbol me araña los brazos pero me da igual, jadeo y me mojo mientras Amo me azota con la vara durante un rato. Me tira de la correa para que me agache y tras bajarse los pantalones y calzoncillos ya veo la erección de Amo que me tiro literal a ella, mi morbo aumenta por mil. Vuelvo a mi sitio e intenta penetrarme, al ser tan bajita Amo no llega😌  y le propongo subirme a una piedra que casualmente se encontraba a pie de árbol y soltarme de las esposas para abrazarme al árbol y así tener mejor acceso a la vagina. Mete dedos en mi interior y después probamos, ahora siiii ¡Bieeen! Amo me embiste una y otra vez rápido mientras agarra y tira de mi pelo y gimo fuerte y alto. No puedo tener más morbo en mi cuerpo, que pase quien quiera que me da igual.
Nos vamos al sitio inicial, cae la noche y Amo ordena quitarme los pantalones y tanga.
-¿Qué me lo quite? –digo atónita
-Sí, todo.
Estamos a vista del camino lo que implica que si pasa alguien nos ve perfectamente. Madrecita que morbo jajaja. Me siento en la mesa de madera (estas típicas de un merendero con los bancos incorporados) y me abro de piernas para que Amo me la meta de nuevo, rápido, fuerte, duro… nos besamos con ganas, con pasión, con deseo… no puedo evitar mirar hacia el camino para comprobar si pasa algún coche o alguien. Del roce de la mesa y del movimiento me duele bastante la curcusilla, pero no le digo nada a Amo, estoy en otras cosas más importantes.
-Madre mía como entra-resopla
Amo me ordena tocarme mientras me penetra.
-¿Te vas a correr para mí?
Le asiento con mi cara de emputecida, no me la veo pero la imagino. Me tumbo por completo en la mesa y me toco. Amo me dice que le agradezca los orgasmos cuando me corra, me sigo tocando, sé que a Amo le gusta verme. Se le va desgastando la paciencia y me da hostias. Me tira de la anilla del collar hasta que se juntan nuestras bocas.
-Córrete –dice mientras me penetra más fuerte y rápido.
No consigo correrme…no entiendo y creo que Amo se ha dado cuenta por lo que me la saca y baja hacia mi coño…poco me hace falta para correrme por primera vez...la lengua de Amo es tan especial, sólo ÉL sabe cómo hacerlo. Intercala dedos y lengua con sus hábiles movimientos. Mis gemidos y gritos se escuchan en todo el bosque…mi cuerpo tiembla una y otra vez llegando varias veces más al clímax.
Todo es muy bonito hasta que Amo me da un golpecito en la pierna y dice que me levante corriendo…callo de repente…me saca de mi subspace de inmediato, viene gente y tenemos que irnos, es posible que nos hayan visto. Cojo mi pantalón y me lo pongo como puedo, estoy temblando…cojo el tanga del suelo y vamos hacia el coche, no puedo parar de temblar…pero por cierto ¡qué adrenalina! Jajaja. Viva la naturaleza, el bosque y los árboles jajaja.
Nos miramos y besamos de nuevo con pasión…o así lo sentí yo…
-Gracias –le digo sonriendo.
-¿Y esto? –me dice creo que sin entender por qué.
-Te tenía que dar las gracias ¿no?
Sonreímos y seguimos besando un poco más. Nos dirigimos a su piso, Amo me mira la herida que me ha hecho la mesa, me ha quemado y tengo además un buen bulto, me pone hielo con un trapito para bajar la hinchazón, después me lo pongo yo, me duele horrores, me tira la piel… puf. Pedimos de cenar y demás. Reposamos un poco en el sofá, me acurruco en su pecho mientras le hago cosquillitas a Amo y ÉL me acaricia el pelo. Después me da polla de postre. Mm… Me ordena quitarme los pantalones y simultáneamente mete dedos en mi vagina y en el ano. Me ordena seguirle y apoyarme en la mesa para meterme la polla por el culo. Puf dios…
-¿De quién es este culo?
-Tuyo –le digo entre gemidos.
-Mi sumisa masoquista, eres muy obediente.
Jiji, gracias Amo. Intercala azotes y embestidas y me da hostias. Me toca mi húmedo, caliente y chorreante coño, lo está disfrutando tanto como mi culo. Amo me tapa la boca para acallar mis gemidos y después me coloca una cuerda para hacer lo mismo mientras tira de mi pelo. La baba se me cae a la mesa, desearía que Amo lo viera pero creo que no se percata, está demasiado concentrado en follarme el culo. Ahora pone la cuerda rodeando mi barriga, tirando de ella y apretándome mientras me folla duro. Vamos a la habitación y seguimos con la tarea, Amo se sienta en la cama y me pongo encima de él, meto la polla en mi culo y me muevo. Después me tumba bocarriba y sigue en mi culo y luego la mete por la vagina. La intensidad, fuerza y velocidad no cesa en ninguna ocasión.
Volvemos al salón, pido permiso para quitarme la blusa y el sujetador y me lo concede, estoy sudaaaaando. Me apoyo en la mesa de nuevo y me percato de que Amo ha preparado el guante y la pala con las placas metálicas. Coge mi pelo, lo estira, da vueltas sobre sí mismo dejándolo duro y apretado y empieza a azotarme con la mano, lo hace despacio y poco a poco acelera intensidad y fuerza, me golpea fuerte, muy fuerte y seguidas veces. Coge el guante y hace exactamente lo mismo, aunque éste amortigua un poco más el dolor, me duele igualmente bastante. Sospecho que Amo está probando mi reacción a golpes más fuertes para subir intensidad poco a poco e ir preparándome…pero como decía, solo lo sospecho, ya que lo puede estar haciendo simplemente porque le dé la gana. Coge la pala y me azota con ésta pero por el lado donde no están las placas metálicas, da igual, el daño no cambia mucho. Me golpea duramente, me atrevo a decir que al igual que antes, está probando otra intensidad en los azotes, mi reacción y aguante. En varios de ellos mi cuerpo involuntariamente se echa a un lado y mi pierna se dobla, yo jadeo y gruño a la vez, Amo me da unos segundos para volver a mi sitio.
-Si necesitas parar me lo dices.
Asiento. Me golpea con dureza y seguidas veces, sin descanso y por lo que mi cuerpo reacciona exactamente igual que antes y aun estando de lado, supongo que es una forma de protección, Amo me da igualmente un golpe más, me tambaleo, no tengo explicación para eso, quizá sea una forma de aliviar un poco el dolor, o quizá hacerme “aire”, no sé. Me deja segundos, respiro y vuelvo a mi sitio. El dolor de la pala es muy intenso, pero no quiero parar…quiero que me siga azotando. Mi mente, cuerpo y boca están de acuerdo conmigo, queremos más.
-Ya –le digo cuando me recupero.
Me toca el coño, lo siento empapado y Amo me lo confirma.
-Parece que alguien lo está disfrutando ¿eh zorri? – se mofa
Ladeo la cabeza para mirarle y le sonrío provocadora. Me golpea un rato más y para. Se pone a mi lado, me ordena darme la vuelta y ponerme de rodillas delante de él, manos atrás de la espalda y cogidas y me meto la polla en mi boca, como era de esperar se me sale y no puedo cogerla, pero al final consigo meterla de nuevo. Me da hostias porque se supone que no tengo las manos bien cogidas, me empuja la cabeza forzándome garganta profunda y restriega su polla por toda mi cara.
Me levanto, me pongo recta y sigo con las manos atrás, bajo la mirada por orden de Amo y me golpea con la fusta por todo el cuerpo.
-¿De quién es este cuerpo?
-Tuyo.
-¿Tuyo qué?
-Tuyo Amo.
-¿Todo mío? ¿Para hacer lo que quiera con él?
Le asiento. Me sigue azotando por todo el cuerpo, me duele mucho pero lo peor viene cuando me golpea en el coño, flipo en colores, grito, gruño, me quejo, resoplo, respiro…
-¿Soy duro contigo?
Le niego con la cabeza.
-¿No? Bien, pues ahora voy a ser más.
A ver, me explico. Para mí claro que es duro, pero sé que no es lo duro que realmente puede o le gustaría ser, de ahí que mi respuesta sea <NO>. Espero que se entienda lo que digo. Supongo que como con todo, irá subiendo intensidad... dureza…niveles.
Deja de golpearme y me quedo inmóvil en mi sitio hasta que me llama y voy hacia ÉL, me lleva la cabeza a su pecho y me apoyo, me relajo escasos segundos y después me ordena arrodillarme, aguanto en posición de espera y Amo que se ha ido hacia el sofá, me llama… con la mirada agachada y gateando voy hacia ÉL, me coloco entre sus piernas y se la como.
-Ya sabe mejor el premio ¿verdad? Si es que la polla de Amo es un privilegio y hay que ganársela. Haz que me corra.
Se la chupo con ganas, la saboreo, la degusto, disfruto de mi creo que merecido premio.
-Yo no sé pero con los golpes la comes mejor, voy a tener que azotarte más.
Jajaja los azotes siempre me dan fuerzas y más ganas aun. Me sujeta el pelo, sabe que me molesta y me gusta que me lo agarren. Le redondeo el glande, a Amo le gusta así como lo hago y eso me anima. Le chupo la polla y me da hostias por parar de redondearle el glande.
-¿Te he dicho que pares?
Sonrío y vuelvo a hacérselo, en el fondo me gusta que me pegue por eso jajaja. Me tira de los pezones fuerte y le gruño, jo que daño. Me ordena subirme al sofá, me toca el coño y Amo se deja ir en mi boca. Por orden se lo enseño, trago y le doy un beso.

GRACIAS AMO.

                                                                                                                                 Daira.

martes, 14 de agosto de 2018

Morbo en el balcón. Nuevo placer: sangre.


Las vacaciones se complican, vuelvo antes de lo esperado y la mala racha por la que estoy pasando no cesa, todo lo contrario, se complica. Lo único bueno de todo esto es que veré a Amo antes de lo que esperaba. Quedamos el viernes para practicar Shibari con otras dos parejas de D/s, todo guay, me excitaba el sentirme atada, notar cada cuerda que pasaba por mi cuerpo, y eso que era encima de la ropa…a la vista está que me gustó.
Hoy es martes, toca sesión y aquí voy en el bus accesible para Amo, con falda y sin bragas y más húmeda que nada…no me quiero ni imaginar lo que tendrá entre manos. Sorprendentemente no transpiro ni una gota de nervios. Como siempre voy a recoger a Amo al trabajo, espero a que se vaya la clienta molesta y le sigo hacia la parte oculta de la tienda, nos abrazamos, me toca el coño y comprueba mi humedad, me quita el bolso, lo cuelga por donde pilla y me ordena subirme la falda y colocarme a cuatro patas en la única silla visible que hay alrededor para inmediatamente y sin necesidad de lubricación metérmela y embestirme rápido, fuerte y tirar de mi pelo. La tienda sigue abierta y mi única “preocupación” es que alguien entre y nos oigan gimiendo, aunque en el fondo lo deseaba. Me bajo de la silla y coloco la falda.
-Que ganas tenía ya de follarte, no aguantaba más...estaba deseando… es verte y…
Jajaja aiiiii mi Amo, si tú supieses lo que me encanta ponerte cachondo 😝
-Quería comprobar que habías cumplido lo que te había dicho –refiriéndose a ir sin bragas.
¿Cuándo he desobedecido yo? –le digo provocándole.
-¿Tú?, nunca.
Nos vamos al McDonald como de costumbre a cenar y mi humedad es más que patente.
-Estoy que chorreo- le digo a Amo que se ríe de inmediato.
Nos sentamos a cenar y antes de que ni siquiera pueda beber agua, me entrega con sigilo un plug anal de silicona.
-Ves al baño a lavarlo y te lo pones aquí.
Con ánimo voy a lavarlo y me siento en la mesa que con algo de disimulo y mirando hacia la mesa que tenemos al lado con gente lo introduzco por mi vagina mientras ambos nos miramos y sonreímos provocadores. Mi excitación y consecuente humedad no se hace esperar, estoy literalmente empapada.
-¡Bien! –dice Amo cuando se lo digo. Como siempre, se ha salido con la suya.
Al terminar de cenar me lo retiro y voy al baño a lavarlo, la idea era llevarlo por la calle pero se me salía en cuanto me movía porque es demasiado pequeño para la vagina.
Llegamos a su casa, como siempre hasta que no me da orden no paso, charlamos, se fuma su porro y saca la bolsa con todos los objetos que iba a necesitar, entre ellas la que iba a ser protagonista de la noche, la pala nueva que había hecho a mano Amo para mí con chinchetas para provocarme sangre, yo se lo había pedido y ÉL encantado de provocármela. Me ordena subirme la falda y azota mis nalgas con la mano efímeramente para ir calentando la zona, después coge la pala y me azota varias veces para probarla e ir llamando y agilizando a la sangre. Dios, esta duele más que la lengüincheta pero quiero más.
-Primero cuerdas, después te voy a putear y luego la sangre –me susurra.
Vale, voy canalizando los detalles y me pongo el collar, antes de la sesión tenía que cortarle el pelo a Amo. Nunca había cortado el pelo a nadie y me preocupaba hacerle un estropicio y castigarme por ello, no me lo podría perdonar a mí misma si eso pasase. Se sienta en la silla de espaldas a mí, me da la maquinilla y explica cómo hacerlo, no tiene dificultad la verdad pero ese “temor” está ahí. Inicio a cortarle el pelo y merodea por mis piernas hasta llegar a mi vagina donde mete y saca dedos una y otra vez despacio…el calor brota por todo mi cuerpo…
-Madre mía, así es imposible Amo…
Termino la parte de atrás de la cabeza y se da la vuelta, quedando frente a mí, se chupa los dedos y vuelve a hurgarme por mis partes bajas…
-Madre mía si estas empapada, mira –me dice señalando con la vista a su paquete más que empalmado y me da dedos para chupar.
Me toca, me toca más, acelera el movimiento de los dedos, me agarro a su cabeza para disfrutar, el pelo está más que cortado ya pero sigo pasando la maquinilla por la cabeza como si fuese a atrapar más pelos...
-¿Parece que alguien lo está alargando aposta no?
-Noooo, para nada Amo –le digo irónica.
Nos reímos.
-¿De quién eres?
-Tuya.
-Preciosa –me dice y nos besamos.
Bueno, no sé pero yo creo que al final no ha quedado del todo mal 😉 Recojo los pelos del suelo mientras Amo entra a la ducha y espero a que salga, no tenía ninguna orden de ropa, me había dicho que con la que llevara puesta era suficiente asique cuando sale del baño me quito la ropa y me coloco delante del armario cargado de libros y me ordena coger su móvil para poner música, ya que me lo permite elijo la que a mí me gusta, me vendrá bien para concentrarme. Me tumbo bocarriba en la mesa, brazos estirados, apoyados en ésta y pegados a ras de mi cuerpo, y con la cuerda empieza a atarme a la mesa, despacio…con cautela y paciencia va pasando la cuerda por debajo de la mesa y alineándola sobre mi pecho y brazos, miro a Amo expectante, curiosa, observando todo lo que hace y moviéndose de lado a lado según requería el momento y se iba desarrollando la sesión. Después con las piernas abiertas hasta los picos de la mesa ata ambos tobillos a éstos quedando totalmente inmovilizada y abierta y comprueba que la cuerda no me aprieta demasiado y puedo mover los pies.
-¿Bien? ¿Estás cómoda?
-La verdad que sí.
Estaba claro que la escena me excita, cuerda…atada...una mesa…inmovilizada… me gustaba el tacto y la sensación de las cuerdas apretadas sobre mi cuerpo aunque picaba un poco. Coge las pezoneras, me chupa los pezones que enseguida se ponen duros y tiesos y las coloca en éstos, me excito aún más…chupa mi cuello suave…me hace cosquillas y sonrío a la vez que mi excitación está cada vez más por las nubes. Las cuerdas ya han pasado, queda el puteo y la sangre…voy eliminando los detalles que me había dado al principio…sinceramente estoy deseando que llegue la sangre, pero antes me queda pasar bastante tortura. El telonero de la noche es el flogger y con el que Amo inicia los golpes por todo mi cuerpo, en las tetas me duelen más por las pezoneras pero lo soporto y en el coño tengo la mezcla de siempre, dolor y cosquillas…será posible… ¿por qué siempre me hace cosquillas? Indudablemente tengo que reír y aunque me muerdo el labio para disimular, Amo se da cuenta.
-Mírala y se ríe.
Vuelvo a disimular… otra cosa que nunca entiendo es que me pique todo cuando estoy atada, joder…me pica la nariz y no me puedo rascar asique me concentro en los golpes para olvidar el picor que persiste bastante tiempo…se me va y vuelve y me remuevo como puedo para rozarme con el brazo o con lo que pueda…vaya mal rato de verdad…
Amo coge el látigo del amor (un instrumento improvisado, fabricado y bautizado así por ÉL con chinches en la punta para hacer sangre y que tengo inmensas ganas de probarlo sobre mis nalgas) mi cuerpo se paraliza de pensar que me va a golpear con él en la parte delantera aunque como todo me produce curiosidad y ganas…me pone un antifaz, me quita las pezoneras y una de ellas me la coloca en el coño… me preparo para recibir el látigo y el primer golpe va directo sobre las costillas, frunzo el ceño y muerdo el labio (siempre mezclando señas de dolor y placer)…Amo me quita el antifaz para verme la cara y mis reacciones. Deja caer varias veces el látigo sobre todo mi cuerpo, dando sin exclusividad en mi coño por el que me retuerzo de dolor y donde siento aun más las chinches clavadas. Me deslizo hacia arriba un poco para que cuelgue mi cabeza y Amo se coloca detrás de mí con su polla apareciendo con sigilo delante de mi cara… la posición tan sumamente incómoda no me permite llegar bien a su polla, aunque consigo darle algún que otro lametazo, asique le chupo los testículos. Después se coloca a mi lado supongo y espero que para darme mejor acceso pero tampoco surte mucho efecto, me cuesta bastante llegar, alzo la cabeza, la busco, la encuentro y la chupo, la vuelvo a perder…joder que puta tortura…y mientras Amo mete y saca dedos en mi interior con fuerza e intensidad.
-¿No puedes cogerla eh?
Ya empezamos con el cachondeo…aun así no desisto y sigo intentando meterla en mi boca… algún que otro intento salió satisfactorio. Amo vuelve a posicionarse detrás de mí, me ordena abrir la boca y me escupe sobre ésta que traga gustosamente la saliva de Amo. Va hacia mi coño y me lo come con ganas, como sabe que me gusta y mete dedos a la vez, hasta el fondo…estimulando mi punto G…mis gemidos acallan la música que ahora solo permanece como un eco en el salón. Le miro, está concentrado pero en cuanto sabe que le miro me mira, con esa cara de vicio que me gusta verle mientras me da placer.
Amo se pierde por el pasillo y mientras respiro, vuelvo a la normalidad aunque solo por escasos minutos…que digo minutos…ni UN solo minuto tarda cuando de repente aparece con el Hitachi y lo deja en la mesa entre mis piernas…mi cara de “no me jodas” no se puede ocultar (no sé si se dio cuenta, seguro que sí) y me preparo para otro rato de tortura.
Como era de esperar me planta el vibrador en mi clítoris a una velocidad “normal” que poco a poco va subiendo, intercala dedos…lengua…explosión de placer la que siento, me retuerzo, gimo, intento “escapar”, cierro mis piernas y como era de esperar el detalle que Amo odia…
-Abre las putas piernas –dice enfurecido y con rabia mientras me golpea fuertemente con la mano en mi pierna izquierda.
Mi rabia e impotencia quiere hacerse notar como de costumbre por mis ojos que los contengo como puedo, ladeando la cabeza para que Amo no se dé cuenta y por suerte solo dejo que se liberen dos lágrimas por ojo...rápidamente se me pasa.
-Estás indefensa total ¿eh?
Ignoro su comentario… en verdad me da morbo sentirme así.
-¿Te vas a correr para tu dueño?
Asiento y sigue intercalando dedos, boca e Hitachi, siento algo nuevo dentro de mí que roza mi clítoris suavemente y no son dedos…
-¿Te gusta?
Le asiento, pero cierto es que es muy suave…era un accesorio de esos que vienen con el Hitachi y que nunca habíamos probado…prefiero el vibrador tal cual es, que si no pierde su esencia jajaja. Lo para y se dedica con la boca donde minutos después me corro y Amo para.
-¿Estás bien? –me pregunta y se coloca cara a cara conmigo.
Únicamente le asiento…
-Háblame –insiste
-Sí Amo – le miro mientras le hablo para tranquilizarle.
Se dirige hacia la cocina y aparece con la pala de madera en la mano.
-¿Cuántas veces tenías que azotarte con la pala en la instrucción?
Aunque en la instrucción no me decía exactamente con el objeto que tenía que azotarme en el coño (yo lo iba a hacer con pala igualmente) le contesto sabiendo a lo que se refiere.
-Veinte y luego treinta.
(Me la modificó, aunque la revisé después y eran 40 jajaja, ups!)
Amo me dice que va a darme 20 e inicia con los azotes en el coño, algunos fuertes y otro más “suaves” que no me provocan mucha reacción… Amo cuenta en voz alta los primeros golpes y después mentalmente los voy contando yo no vaya a ser que me pregunte…mi cara muestra dolor en cada uno de los impactos, el calor sube, mi cuerpo reacciona retorciéndose y mi boca quejándose, gritando y gruñendo. Mi mano inconscientemente tapa mi coño, supongo que protegiéndolo pero Amo me regaña y la aparto de inmediato. Ya van 15…aguanta Daira, queda poco…
-Ya solo quedan los cinco últimos –me informa
Me da el 16º…
-Mírame- me dice mientras impacta la pala en mi coño.
Le miro y pienso que me va a dar los cuatro restantes seguidos por lo que cierro los ojos, respiro y me preparo…pero no, me los da con un escaso descanso…lo que viene siendo un segundo vaya… Por fin finiquita la tanda de azotes con la pala…. Pero esto no acaba aquí no…ahora coge la vara y me la coloca recta chocándome y apretándome bajo mi cuello y llegando hasta mi coño.
-Esto sirve para que estés cómoda.
La deja quieta en mi cuerpo durante unos minutos, se me clava en lo que viene siendo la nuez y echo la cabeza hacia atrás para evitarlo…me la quita y me azota con el palo por el cuerpo…por el coño….doy grititos y me elevo…por los pezones…diooooos como duele joder…
Vuelve a coger el Hitachi y mi cara ya no hace falta que la cuente… lo plasma de nuevo sobre mi ardiente e hinchado clítoris y coño y me vuelve a torturar durante minutos.
-¿Te gusta lo que te hace tu dueño?
-Siempre –le contesto mirándole a los ojos con sonrisita incluida.
Sus manos ahora optan por el cinturón…madre mía no doy crédito… mi cuerpo está dolorido y para mí el cinturón es algo temido, hostil…no se me olvida la sesión 10 y esos infinitos golpes…
-Me encanta el cinturón. Yo te lo pondría así –me lo coloca en la frente como si fuese a atarlo en la mesa y después lo mismo pero en el collar...sintiendo algo de asfixia…pero me lo quita… ¿Por qué no lo hace?...lo de la asfixia sabe que es un límite, ¿pero y en la frente?...quizá era una prueba para ver mi reacción…no lo sé…
-Estaba probando a ver qué objetos te excitaban más y veo que todos…estás chorreando.
Me azota duramente por toooooodo el cuerpo, como ha estado haciendo con los demás objetos… pezones, barriga, coño, piernas… y ahora añade los pies…joder joder joder como duelen los golpes en los pies…los contraigo para protegerlos y los apoyo en la mesa para aliviar y relajar pero los cuelgo de nuevo para no hacer enfadar a Amo. Deja el cinturón…
-¿Estás bien?
-Sí –y le sonrío como siempre.
Me entrega el Hitachi para que me toque yo misma mientras ÉL me va desatando y “así me entretengo”, me deja durante un rato así y mueve y cambia la mesa de posición para dar mejor acceso a su polla en mi vagina…me la mete despacio, entra que da gusto…y mientras me sigo dando un festín con el Hitachi…me corro…uf.
-Madre mía –susurro.
El Hitachi se para y Amo me ordena seguir con la mano, me sigo tocando hasta que cambia y la penetra por el culo…escupe para mejorar la entrada y evitar dolor…me folla tal cual estoy bocarriba.
-Joder que bien entra, que suave…puf madre mía –dice Amo.
Después me pongo de lado, tapo mi cara mientras disfruto y agarro con fuerza la toalla que permanece debajo de mí. Bajo de la mesa y apoyo manos y cabeza en ésta exponiendo mi culo para que Amo lo penetre, me azota mientras tanto…esta posición analmente hablando nunca la habíamos hecho y descubro que me gusta mucho más que ninguna...mi cuerpo empieza a temblar y me corro sintiendo como cae al suelo… la multitud de azotes, objetos, sensaciones me han dejado al límite a pesar de ya haberme corrido anteriormente, este ha sido más intenso, es la primera vez que consigo correrme por penetración y para mi aun mayor sorpresa, analmente y sin nada de tocamiento en el clítoris.
-¿Qué te pasa que te tiembla todo? –me dice pervertido.
Pues eso, que exploté mi Amo… Un rato después me incorporo y temblando aun voy hacia el sofá, me apoyo tal cual estaba en la mesa y Amo me vuelve a penetrar por detrás…me clavo la madera en el pecho asique hago fuerza y lo levanto para no hacerme daño.
-Mira a la izquierda.
El balcón cae justo hacia ese lado por eso mismo me dice de mirar…no sabe ná…bueno si sabe…y es que me gusta…me da morbo. Después vamos hacia la habitación pero antes bebo agua para recomponerme un poco y recuperar líquidos, estaba sedienta jajaja. En la habitación me coloco a cuatro patas en la cama, como a Amo le gusta, me penetra por detrás y minutos después le pido parar porque me duele asique volvemos al salón y a la posición anterior pero ahora con la pierna levantada y apoyada en la mesa, posición que me duele también y me incomoda y por lo que Amo decide parar. Me ordena coger un cojín, el cenicero y dirigirme hacia el balcón mientras se coge un cigarro y el mechero, se sienta en una hamaca blanca típica de piscinas, se enciende el cigarro y de rodillas delante de ÉL meto su polla en mi boca.
-Me estoy aficionando a que me la comas aquí. Me encanta como me la comes.
Todo me motiva y me provoca morbo...cada comentario de Amo, las voces de fondo de la gente que hay en las terrazas y en la calle…las ventanas con y sin luz que hay a mi derecha de los bloques del piso de al lado y las cuales miro provocadora a ver si alguien está asomado o pretende hacerlo en algún momento…estaba claro que nos veían perfectamente.
-¿Quieres cenar otra vez?
Le asiento, tengo la boca demasiado ocupada como para hablar y Amo se deja llevar en mi boca, siento el semen fluir sobre mi paladar y lo trago poco a poco para poder degustarlo más rato. Me toca el coño y me da dedos para chuparme. Se levanta y apoya en los barrotes del balcón y se la como un rato de nuevo…quería probar que tal así. También le gusta…como no.
-¿Qué viene ahora? –me provoca.
-La sangre –le digo con ánimo.
Por fin llega el momento más ansiado de la noche para mí, preparamos una toalla en el suelo por si chorrea para que no manche y un cojín en la mesa para apoyarme. Culo expuesto y Amo da comienzo con la pala de chinches.
-¿Quieres que dé como yo quiero?
Pienso…pienso…no sé realmente que decir, duele bastante y quiero aguantar todo lo posible…como me ve indecisa y pensativa Amo decide dar más o menos normal para probar.
-Te voy a poner el culo que te vas a acordar de mí mañana, pasado, al otro…-susurra en mi oído.
Siempre me acuerdo de ti Amo. Los golpes duelen mogollón especialmente en la parte de debajo de las nalgas, cada vez que me azota ahí mi cuerpo se echa a un lado como respuesta y mi pierna se dobla, respiro, inspiro y vuelvo a mi sitio. Voy sintiendo las chinches clavadas en mi piel, una por una y cómo la sangre caliente empieza a brotar. Dios, me encanta. Amo me echa una foto y me la enseña, tengo el culo lleno de sangre.
-¿Sabes que puedes parar cuando quieras no?
-Sí.
Pero no quiero parar aun, quiero más…necesito más. Cada golpe nuevo agrava e intensifica mi dolor pero aguanto, como siempre, intento no ser yo la que detenga la práctica. Amo me vuelve a enseñar otra foto, el culo aún más lleno de sangre, no me puede gustar más…
-Alaaa – le digo a Amo sorprendida y encantada.

Amo decide parar porque le ha parecido que se me ha abierto la carne, va a la cocina y vuelve con un barreño con agua, toallitas y alcohol…como no. Por suerte lo de la carne solo había sido sospecha.
-Como mejor se cura esto es con alcohol –dice cachondeándose.
Lo esparce sobre ambas nalgas, limpiando con delicadeza y cuidado puntito a puntito sobre la herida hecha, notando el inmenso escozor en mis sangrientas, calientes y excitadas nalgas. Siento como si me hirviese la piel, como si siguiese brotando sangre todo el rato, algo inexplicable pero que me encanta.
-¿Quieres seguir?
Estoy indecisa y pensativa, querer quiero pero no sé si puedo, otro golpe más me incrementaría el dolor por mil y no sé si ya es seguro después de tener tanta herida hecha.
-No hace falta que sigas si no quieres.
Yo aún sigo pensando, joder ¿Qué hago? Amo decide parar, me enseña la pala llena de sangre, joder como mola, me fascina saber que esa sangre es mía y que según me dice Amo cree que le ha salpicado en su pierna por lo que a ÉL también le encanta. Una vez que hemos recogido todo me llama, acudo a Amo y me arropa con un abrazo, de esos que necesito siempre y me dicen y transmiten tantas cosas sin necesidad de hablar.
-Estoy muy contento contigo.
No puedo estar más feliz, más orgullosa… GRACIAS MI AMO por el sin fin de sensaciones, emociones y sentimientos que me provocas en cada sesión. GRACIAS por siempre escuchar mis peticiones y cumplirlas y por hacerme descubrir un placer nuevo: LA SANGRE.

GRACIAS.




Daira.