Tras la
última sesión, Amo y yo no habíamos vuelto a vernos, excepto el domingo pasado
que tuvimos KDD de Shibari, conocimos a gente nueva, hubo muchísimas risas y
demás. El tiempo se pasó suuuper rápido. Esta semana estaba deseando que
pasara, ayer fue el cumple de Amo y tenía un regalo hace muuuucho tiempo que estaba deseando darle. Estaba nerviosa, solo esperaba que le gustase ya que
se lo regalé con todo mi cariño e ilusión. Era una pala personalizada con su
nombre, tenía ganas de regalarle una y sabía que ÉL quería una. Se la preparé
en una caja, con muuuchos papeles de seda recortados para que la buscara Jiji y
le escribí una dedicatoria. Bueno, creo que sí que le gustó jajaja. Estaba
deseando probarla (bueno y yo en el fondo también jajaja).
Después de
darle el regalo y demás hablamos sobre cómo va a ser la sesión, me dice que hoy
nos vamos a centrar en las agujas en la espalda. Tenía ganas, aunque sabía que
me iban a doler. Amo se va a la ducha y me preparo como me había pedido:
lencería roja combinada con ropa negra, liguero y medias rojas y zapatos de
tacón negros. Me pinto los labios de rojo y me echo perfume, con él había
cumplido una instrucción esta semana, asique me lo llevé para que Amo
supiera cómo iba perfumada mientras me tocaba pensando en ÉL. Cuando termina de
preparar las cosas, me coloco frente a ÉL y me pone un antifaz. Empieza a
merodear lentamente por mi cuello, me lo chupa y mi respiración se agita,
resoplo, ÉL lo nota, ÉL sabe que eso me excita.
-¿Qué te
pasa? –dice con mofa.
Le sonrío y
me besa. Me lleva a otra parte del salón, espero atenta y expectante.
-Que buena
estás.
Le sonrío
tímida. Siento a Amo deambular a mí alrededor.
-Quiero que
sepas que estoy muy contento contigo porque eres obediente, fuerte –y me da un
golpecito en el brazo-y haces todo lo que te digo. Por otro lado y como tu Amo
que soy, para mí no eres mas que un trozo de carne y ahora ya no vales nada.
¿Entendido?
Le asiento.
Estaba algo sensible mientras escuchaba las palabras de Amo, antes de la sesión
me dio un bajón y creo que por eso me dijo todo eso.
-No te oigo.
-Sí, Amo
-digo alto y claro para que vea que estoy fuerte.
Me azota con
el flogger por el cuerpo para calentar y después al culo, al llevar la falda de
cuero no siento nada. Amo me la quita y me azota con la mano. Me da
consecutivos y fuertes, por lo que me hace bastante daño.
-¿Te gusta?
-Sí-digo
susurrando curvando la comisura de la boca.
-¿Te gusta
cómo te follo?
-Sii-le
sonrío.
-¿Y cuándo te
azoto?
-También –y
vuelvo a sonreír.
-Pues hoy a
vas a tener mucho de todo –me susurra.
Mi piel se
eriza. Amo me tira del pelo y me ordena de rodillas, permanezco en posición de
espera. Siento que se aleja y cuando vuelve un silbido en el aire me saca de
toda concentración.
-¿Qué es?
-¿Látigo?
–me refería a la fusta de doma.
-No.
-Ratán –digo
rápidamente.
-Buena
chica.
Empiezo a
temer, aunque creo que prefiero el ratán antes que la fusta de doma. No sé lo
que estoy diciendo pero bueno jajaja. Me dice que ponga las manos en bandeja.
Me pone la correa en la argolla del collar. Me ordena manos en la espalda y las
ata con cinta de raso. Lo siento cerca de mí y escucho cómo se baja la
cremallera. Su polla topa con mi cara y sin más espera la busco con la boca
para chuparla de inmediato. Me coge de la correa y tira de ella para que la
busque, le sigo de rodillas y la encuentro enseguida.
-Joder que
radar.
🤣🤣. Me
sigue guiando por el salón, aunque no veo, sé por dónde vamos. Yo no suelto la polla en ningún momento, la dejo en mi boca todo el rato.
-Eso es,
buena chica.
En el
pasillo hago una garganta profunda. En la habitación me la quita, me agarra con
fuerza de los pelos y me lanza hacia la cama, impulsivamente pongo las manos
hacia delante lo que hace que se rompa la cinta y quede suelta de manos.
-Confía-me
dice Amo.
Verdaderamente
no sé qué me pasó, supongo que fue un acto reflejo lo que me hizo actuar así.
Quedo de rodillas en el suelo apoyada al borde de la cama, con las manos y
cabeza encima de ésta, Amo me pone la polla por detrás rozándome con ella y provocándome
para ver si la quiero. Yo por supuesto le digo que sí, qué duda cabe jajaja.
Amo me la mete y tras varias embestidas le digo que me duele en esa postura. Me
coge con destreza y cuando me quiero dar cuenta estoy a cuatro patas en la
cama. Me folla duro mientras me tiene sujeta por la correa. Me acaricia lentamente por
todo el coño con ella, eso siempre me ha excitado mogollón pero creo que nunca
llegué a decírselo. ÉL nota que me gusta. Después me enreda con la correa por
la barriga.
-El Shibari
sirve para todo –dice –que calentita, te voy a tener que ordenar más veces esa
instrucción.
-Jo.
Ambos
reímos. La instrucción era tocarme durante tres días pero sin correrme, normal
que fuese calentita, estaba a tope jajaja. Amo me toca el clítoris
simultáneamente con las embestidas, después se centra únicamente en tocarme.
Araño la colcha. Cuando Amo deja de tocarme y reanuda las embestidas siento
mucho más placer, gimo y me cuesta bastante respirar del mismo placer. Amo se
ha dado cuenta. Me corro. Me muerde la nalga izquierda fuerte y gruño y me araña la
espalda también. Me ordena tocarme a mí ahora, mete dedo en el culo mientras me
sigue follando. Me tira del pelo, deja la punta de la polla rozándome atrás y la introduzco
yo misma. Me muevo. Me azota las nalgas y el coño y siento que Amo sonríe
cuando me quejo. Joe como duele. En la misma posición de a cuatro, cierro las
piernas y seguimos follando así, me agarra de las tetas. Después nos tumbamos
bocabajo sin dejar de follar.
-Pequeñaja
¿estás bien?
-Sí si- y
nos reímos.
Volvemos a
cuatro.
-Cambiaría
de postura pero se te folla así muy bien.
Amo, desde
atrás, me come el coño y culo simultáneamente y mientras me sigo tocando. Finalizamos
las penetraciones, Amo se sienta en la cama, la busco y después me quita el
antifaz. Me sigo tocando hasta que me entrega el Hitachi.
-Siempre hay
que tener un as bajo la manga.
-Anda leche
eso era lo que me estaba clavando.
Jajaja,
estaba debajo de la colcha y me lo clavaba todo el rato en las rodillas, pero
no sabía qué era. Se la como mientras me torturo a mí misma. Me ordena seguir
hasta correrme y apagarlo para terminarle a Amo. Mantengo la polla dentro de mi
boca hasta que noto como el líquido va entrando en ella, lo mantengo hasta
tenerlo todo y ya trago. Limpio las gotas que quedan, dejándola limpia.
-Gracias –me
dice Amo.
-Gracias a
tii.
Me tumbo
encima de Amo, nos abrazamos y me da un beso. Cuando descansamos un rato, vamos
al salón a probar la pala que le he regalado. Me apoyo en la mesa con el
permiso de Amo, me azota unas tres o cuatro veces siendo el nivel de dolor de
siete-ocho. Ya me estoy arrepintiendo de habérsela regalado jajaja. No seguimos
ya que es tarde y teníamos que hacer lo de las agujas porque nos iba a llevar
tiempo. Prepara las agujas, la cristalmina, el algodón…y todo lo necesario. Me
tumbo desnuda bocabajo en la cama, Amo me echa cristalmina por la espalda,cierro los ojos para concentrarme y
empieza con la primera aguja por la parte de arriba, haciendo una especie de
círculo. La idea era hacer el Triskel de BDSM, pero al final decidió no hacerlo
porque era un poco difícil hacerlo centrado y demás. Amo improvisó formando una
figura. Las agujas en la espalda duelen mogollón, depende si las introduces más
superficial o no duelen más o menos y Amo jugaba con eso, si me quería putear
más o menos. En algunas, para evitar un poco de dolor, inspiraba cuando iba a ponerla y expiraba una
vez estaba ya puesta, aunque no notaba mucho alivio la verdad. Las más
dolorosas eran un dolor similar a cuando te las ponen en los pezones, me
recordó bastante aunque duelen más en el pezón. Como siempre, las agujas me
encantan y a pesar del dolor me gustó mucho la experiencia 🙂
GRACIAS MI AMO.