lunes, 15 de abril de 2019

Objetivos cumplidos 👏


Algo más de un mes sin sesionar donde ha habido baches, ralladas, dudas, miedos… un mes que se me ha hecho corto y largo a la vez. Imagino que se hace corto porque al fin y al cabo veía a Amo todas las semanas por lo que siempre teníamos nuestros ratitos de intimidad y desahogo. Practicábamos Shibari, probábamos alguna herramienta nueva, azotes, marcas, sexo en el columpio, algún atuendo especial, torturas de placer, intentos de sesión o sesiones que al final se torcían por h o por b. Tras esta última semana sin poder vernos, fijamos un día que ambos podemos. No tenía ninguna orden concreta, hasta que me llegó justo ese mismo día un traje de maid que Amo me ordenó comprar.



Se lo enseñé y no dudó un instante en decirme que lo llevara. Lo lavo corriendo o no me dará tiempo a que seque. Por la tarde lo preparo junto con los tacones, mi collar y mi diadema que me preparé cuando me hice mi mandil, ya que la tengo habrá que aprovecharla jajaja entre otras cosas…
Me encuentro con Amo y vamos a su casa, permiso de entrada y nos sentamos a hablar un ratito. Amo va a la ducha y mientras me visto: tanga, traje, mandil, liga, zapatos, diadema… y por supuesto me pinto mis labios rojos. Soy porno chacha total jajaja. Cuando termino espero a que salga Amo, como siempre haciéndome esperar un poquito jeje. Al salir no me quita ojo, siento un poco de vergüenza e intimidación, me piropea, me mira fijamente y me ordena quitarme el sujetador, así se me transparentan las tetas por el encaje. (No tengo otra foto mejor, lo siento)

Limpio y preparo la mesa y mientras se hace la cena Amo pone vídeos para entretenernos… con cada vídeo me estremecía más, eran duros…de los que le gusta a ÉL y de los cuales me avisa que así haremos alguna sesión. Por supuesto expongo mis dudas de yo poder hacer eso y Amo discrepa. Sirvo la cena y seguimos con los vídeos mientras cenamos. Friego los platos y al salir me ordena desabrocharle los botones de la camisa. Se la quita, nos sentamos en el sofá y me ordena darle un masaje en la espalda. La masajeo suavemente, la palpo, me deleito con ella y aprovecho la situación (me encanta la corpulenta espalda de Amo)
-¿No quieres postre? –me provoca.
-Si no me has dado –le provoco yo ahora.
Amo se levanta y me ordena ponerle la camisa, abrocharle los botones, ir a la cocina a por sirope de chocolate, quitarme los zapatos y ponerme de rodillas frente al sofá. Lo del sirope lo intuyo, hace unas semanas me lo comió con eso, asique hoy me tocaba a mí 😝Jiji. Se coloca delante de mí chocándose su cremallera contra mi cara.
-¿Qué quieres de postre?
-Polla –contesto en una milésima de segundo.
-Zorra. Cierra los ojos.
Obedezco y oigo como Amo coge el bote por lo que imagino que se estará echando, se sienta, me la acerca a la boca y una vez la encuentro la saboreo dejando sin rastro de sirope.
-Buena chica por no abrir los ojos –me dice mientras me acaricia la cabeza.
Vuelve a echar una vez más sirope, la degusto de arriba abajo, la redondeo, la dejo limpita, joder que rico, dos de las cosas que más me gustan juntas (pollas y chocolate)
-¿Está buena? – le asiento. –Mírame – me ordena así a abrir los ojos.
Hago garganta profunda, me azota dos veces fuerte.
-¿Sabes que después de esto te voy a crujir no?
Le asiento como si nada, haciendo un poco caso omiso a lo que me dice, no me inmuto porque estoy con mi polla y ahora mismo me da todo igual jajaja.
-Mírala, a ella le da igual todo teniendo una polla en la boca.
Sonrío y le miro. Amo coge el móvil y me graba. Consciente de ello sigo a lo mío, me excita saber que me está grabando y esporádicamente miro a la cámara y a Amo. Tras varios minutos para de grabar, me quita la polla de la boca y me da un beso. Prepara en el sofá un cojín para colocarme a cuatro patas y follarme. Sé o imagino que lo hace porque le da morbo follarse a su sirvienta.
-¿Quieres más?
-Sí –le digo entre gemidos.
Varias embestidas después Amo culmina en mi boca y me besa después. Descansamos un rato y mientras Amo se fuma un cigarro. Me ordena quitarme todo dejándome la diadema, los zapatos y la liga. Desalojamos las cosas del salón para que haya espacio y preparo la fusta de doma, pinzas de la ropa y agujas y todo lo requerido para ello. Amo coloca la cinta de correr en el medio, siendo ésta mi punto de apoyo en las últimas sesiones. Me empieza a poner pinzas de la ropa por el cuerpo: cuatro en el coño, una en la lengua, una en cada pezón, tres arriba de las tetas, una en el ombligo y las demás por la parte baja de la barriga haciendo un total de 36 pinzas. Me estremezco porque mis sospechas son que me las va a quitar con la fusta y temo sobre todo las de los pezones y coño. Me apoyo en la cinta y la pinza de la lengua me la quita nada más empezar.
-Te voy a azotar y quiero que cuentes, una vez digas el número significará que estarás preparada y volveré a azotarte ¿Entendido?
-Sí.
-Perfecto. Vamos a empezar con 20 golpes.
Resoplo, sé que no son muchos golpes pero la fusta de doma es un objeto que no aguanto mucho sobre todo por el cuerpo. Duele bastante cuando choca la punta en la carne o en el hueso. Cierro los ojos. Me atesta el primer golpe, fuerte pero soportable.
-1 –empiezo a contar con fuerza y ánimo.
Otro más… cuando estoy preparada le digo el número.
-2 –digo alto y claro.
-3…
La intensidad va subiendo y por ende el dolor. Ya empiezo a sentir como me arde el culo, como mi cuerpo entra en calor y como mi entrepierna se empapa. La vara atesta sobre mi culo y la punta impacta en mi muslo haciendo que me retuerza del dolor y me acaricie como mecanismo de defensa.
-Qué bonita te pones –dice cuando me ve retorcerme y patalear – Venga mi culo piedra.
-14… a pesar del dolor mi voz no se quiebra en ningún momento.
-Los dos últimos no quiero que cuentes, los daré cuando a mí me plazca.
Antes de llegar al golpe 15 le pido beber agua, me siento algo mareada pero nada importante, se lo omito a Amo, supongo que será de abrir los ojos después de tenerlos cerrados tanto tiempo y solo necesitaré recomponerme un poco. Respiro e inspiro, me preparo y doy “orden” al siguiente golpe. 15…16…17…18… ya queda menos. Me sorprendo al ver que no lloro jeje.
¡Zas!  Joder como pica. Amo me acaricia el culo lentamente, lo palpa, lo suaviza, lo calma...
-Mm, lo tienes ardiendo.
Me retira el pelo de la espalda y temo que me dé en ella, ya que ahí sí que no los soporto, especialmente en el hueso de arriba o las costillas. Por suerte no lo hace, me lo ha retirado para verme la espalda, a Amo le gusta ver cómo se arquea 😊 Me azota también en la pantorrilla, esos me duelen aún más.
Llegan los dos últimos golpes, respiro impaciente y expectante ya que no sé cuándo me va a azotar y conociendo a Amo me va a hacer esperar para cuando no me lo espere darme. Dicho y hecho. Además me los da bastante fuerte. Al terminar me abraza, ve que todo está bien y me dice que cree que aguanto 20 más. Yo también lo creía por lo que no me opongo. Tenía una sensación un poco inexplicable, no solo era que me sentía fuerte y podía con más, sino que los necesitaba... por mi cabeza pasó la pregunta "¿Ya, no me va a dar más?" "Me ha sabido a poco" Me sentía fuerte e iba a por ello. Volvemos a empezar con la cuenta, por el uno de nuevo. Me azota, me quejo, gruño, pataleo, grito y Amo me tapa la boca hasta que me relajo. Me quita las pinzas del coño.
-Estás empapada, zorra.
-Lo sé –y le lanzo una sonrisa cómplice.
Ya van quedando menos. En los golpes más fuertes, Amo me abraza por detrás para tranquilizarme y me anima diciéndome que yo puedo. Acabamos con los 40 fustazos. Creo incluso que si Amo hubiese decidido seguir seguiría sin oponerme. 

Bebo agua, respiro y nos abrazamos. Sé que está orgulloso de mí, los he conseguido todos y sin “rechistar”. Bueno, más bien sin llorar jeje. Cuando estoy lista vamos con la pala de madera que le regalé. Me explica el procedimiento.
-Cada golpe que recibas te quitare una pinza. Es decir, te azoto, te quito pinza, te azoto, te quito pinza… y así hasta quitar todas... ¿Vale?
-Vale-contesto decidida.
Me apoyo de nuevo, expongo culo, trago saliva y respiro. Tras unos segundos de espera y ver que no llega ningún golpe miro a Amo.
-¿Ya? ¿Preparada?
-Sí, sí.
Empieza con el primer golpe. Me duele bastante ya que me lo da en la parte baja del culo, casi llegando a la pierna. Me quita una pinza. Y así…cada golpe que me propicia lleva acompañado retirar una pinza. Como aquí no tenía que contar y Amo las daba cuando quería, siempre estaba alerta, algunas veces tensaba el culo y arqueaba la espalda creyendo que me iba a dar. Amo me despistaba con comentarios y cuando menos lo esperaba ¡zas! Algunas las veía venir, la sombra de la luz en el suelo me lo chivaba y veía el movimiento de la mano de Amo preparándose.
-Venga que solo quedan cuatro pinzas –me anima.      
Terminamos y Amo me abraza. Mi cuerpo está marcado por las pinzas. Mola jeje.



Ahora nos preparamos para las agujas en los pezones. Hacía mucho que no lo practicábamos, hoy la idea era ponerme dos en el pezón ya que la otra vez me puso una sola. Ya conocía el dolor aunque no lo recordaba 😞
-Manos al lado del cuerpo – me ordena.
Se pone los guantes, me echa cristalmina y coge la primera aguja. Le pido por favor que lo haga despacio ya que quería recordar el dolor e ir asimilándolo. La introduce con cautela y la aguja me atraviesa como si nada, apenas la he notado. La otra entra por arriba del pezón hacia abajo, por lo que inexplicablemente cuesta más y me duele mogollón. Voy sintiendo como rompe, como conforme va entrando en mí voy sintiendo más dolor…y más placer. Me retuerzo un poco y me quejo bastante. Pero me gusta, como siempre fusionando el placer y el dolor😊 

Vamos al siguiente pezón, haciendo lo mismo. Al insertarme la aguja de arriba abajo esta vez respiro e inspiro para que me duela menos, aunque no surte efecto y ésta me duele aún más que el pezón izquierdo. Giro la cabeza, aprieto los dientes y mi boca se queja mediante gruñidos. Amo intenta tranquilizarme. Mi cara refleja dolor que se convierte en alivio una vez la tengo puesta. El dolor no desaparece, se me queda concentrado ahí, algo que no experimenté la primera vez. A Amo no le convence poner solo las dos agujas en cada pezón y decide ponerme una arriba de cada teta superficialmente, seis agujas en total. Las de arriba es un dolor pasajero, solo se siente cuando la pones. Una me ha dolido algo más porque ha pillado más carne pero vamos, como si ná 😎
Después Amo me las retira con mucho cuidado, especialmente en las que tengo demasiada molestia. Me echa cristalmina para curar, sangro bastante y siento mucho dolor. Me da un lametón en el pezón. Descanso en el sofá un poco con el algodón apretándome para dejar de sangrar. Amo me observa para ver que todo va bien y no hay complicaciones. Por suerte dejo de sangrar aunque el dolor no se me va, me dan pinchazos fuertes y cada vez se incrementa más.
-¿Y mi premio? – le miro provocadora.
-Ahora mismo tienes tu premio.
Amo sale del salón, obviamente las veo venir y sé que premio no va a haber ninguno jajaja. Viene con el látigo de lengua de dragón, me ordena abrir las piernas, le suplico que no que solo estaba de broma jajaja y Amo me azota con ella en el coño y la entrepierna. Un rato después finaliza y yo ya sé que debo cerrar la boca y no pedir premios ni estando de broma jajaja.
Me visto y recogemos los trastos y demás. Amo me dice que está feliz porque los objetivos que tenía para hoy se han cumplido todos asique yo me siento aún más feliz de haber contribuido a ello.






















GRACIAS MI AMO.
Daira.

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