La sesión se
adelanta un día, Amo no sabe ni en el día que vive pero no importa, llevamos
dos semanas sin sesionar y así nos veremos antes. Esta sesión me hace
especialmente ilusión ya que es la primera donde le voy a llamar “Amo”. El viernes día 6 quedamos y me lo dijo, ya no tenía que llamarle de usted, no me lo
esperaba y apenas supe reaccionar, pero la ilusión que me hizo solo la sé yo.
Muchas veces había pensado en ese momento pero nunca creí que llegase a pasar…
yo sabía que no era lo que ÉL buscaba pero me alegra saber que poquito a
poquito le voy dando lo que necesita desde mi nivel. Me regaló un collar como
simbolización a nuestra unión y el cual le gustaría que llevase para las
quedadas.
Mientras cenamos
me propone ir al cine y acepto encantada, sé para qué. A Amo se le antojó hace
semanas hacerme un dedo en el cine y me daba que hoy iba a ser el día. Elegimos
una película que él quería ver y a mí me daba igual y confiando en que hubiese
poca gente el tiro nos sale por la culata...o no… ¡Hay mucha gente, más morbo!
La mano de Amo empieza a merodear por mi pierna derecha lentamente,
acariciándola y tocándome por encima del pantalón y en tan solo segundos ya
estoy empapada y mi piel erizada, observo a las filas de la derecha con
provocación para que se den cuenta pero nah, están en la película. ¡Qué gente
tan poco observadora!
-Ya estoy
cachonda -le susurro a Amo
-¿Sí? – se
ríe –Si es que eres una zorra.
Con sigilo
bordea la parte bajera del pantalón, al ser tan ajustado resulta algo
complicado y en ese momento me pregunto seriamente por qué no me habré puesto
una maldita falda.
-Desabróchate
el pantalón – me susurra
En dos
segundos el pantalón está desabrochado, Amo mete la mano pero nada, el pantalón
es de cadera alta y es imposible meter la mano pero Él no desiste y se va a la
pierna izquierda. Me deslizo hacia abajo un poco para facilitarle el proceso y
abro las piernas. Con cautela y tras varios intentos y caricias lentas consigue
meter un dedo (solamente de imaginármelo de nuevo me pongo cachonda) sonrío, le
miro provocadora, contengo un poco los gemidos, resoplo…
-Tú a la
película – me dice
Amo mete y
saca dedos despacio y poco a poco va aumentando ritmo e intensidad, redondea,
me remuevo entre el asiento, estoy completamente mojada y excitada, si no fuera
por la gente estaría cabalgándole como si no hubiera un mañana… Minutos después
saca el dedo y se lo chupa…
-Mm que
buena estas, abróchate y vuelve a ponerte cómoda.
¿Ya? No por
favor. Sí, me deja a medias, completamente cachonda, como le gusta putearme…en
ese momento siento un odio máximo hacia él jajaja.
Terminamos
de ver la película y vamos a su casa, cigarrito, se ducha y mientras me
preparo, por orden de Amo: vestimenta oficial (falda de cuero con cremallera
que se abre entera y le encanta, top negro, medias por encima de la rodilla,
zapatos negros, labios rojos, ropa interior negra y que además estreno y mi
collar). Son casi las 2 de la mañana y preveo que nos vamos a acostar a las
tantas…. Amo sale y me dirijo hacia Él, me da una vuelta, piropo, me susurra
cosas en el oído y se empalma.
-Yo tengo un
problema contigo – me lleva la mano a su más que evidente paquete.
Sonrío, eso no
es problema Amo, me encanta ponerte cachondo sin ni siquiera tocarte. Me apoyo
en el sofá, me chupa el cuello y automáticamente mi respiración se hace firme y
sonora y se acelera…después nos besamos.
-Quítate las
bragas – me ordena
Con cuidado
de no pegarme la hostia madre por los tacones me quito el tanga despacio y se
lo entrego a Amo que me lo pone de mordaza. Le sigo hasta la habitación, en la
cama están las esposas dobles moradas, cuerdas y el látigo de cordones de yute
hecho por Él mismo.
Se coloca
detrás de mí y me susurra varias cosas al oído mientras tira de mi pelo y mi
cabeza se tensa hacia atrás.
-Como
tenemos poco tiempo hoy nos vamos a centrar en tu placer y la próxima en el
mío, quiero que me guíes por donde más te gusta y no podrás correrte hasta que
yo no te diga.
Joder, ya
estamos… le asiento con la cabeza y me quito el tanga de la boca por orden suya
que tiro en la cama cuando me hace una señal para que junte las muñecas y me
ata con la cuerda bajo mi mirada expectante. Me apoyo en la cama con el culo bien
expuesto y me azota con la mano y después con el látigo, joder como duele,
contengo la respiración.
-¿Qué tal?
-Pica.
-¿Sí?
-Sí, mucho.
Me incorporo
y tumbo en la cama bocarriba con las manos por encima de la cabeza y Amo me besa,
baja la cremallera entera de la falda quedando ésta abierta debajo de mí, empieza
a jugar con mi cuerpo, besándolo… dando pequeños mordiscos por las zonas que
más me ponen, le miro y sonríe cuando ve que me remuevo… no sabe ná. Recorre mi
barriga hasta llegar a mi sexo, roza mi clítoris y me lo come con su técnica,
el calor empieza a hacerse dueño de mi cuerpo, gimo, levanto las caderas para
dar mejor acceso, no me hace falta guiarle, Amo sabe dónde ir. Las manos se me
duermen tanto que se me hace casi imposible mover los dedos para avivarlas.
-¿Qué te
pasa? ¿Estás bien?
-Que se me
han dormido las manos.
Amo me quita
la cuerda liberando mis manos y las muevo con fuerza para despertarlas. Poco a
poco van volviendo a su ser mientras mi cuerpo está a punto de liberarse…
-Pare Amo
pare, que me corro – digo rápidamente
Amo para y
me da una hostia.
-Y me llama
de usted encima –dice con un leve tono enfurecido.
Joder, es la
costumbre pero tampoco creía que me corrigiese por eso… Quita mi falda que aún permanecía debajo de mí
y se lo agradezco, al ser de cuero me da muchiiisima calor. Sigue acechando por
mi sexo con la lengua y esta vez con la mano también. Resoplo a modo de
sufrimiento ¡Quiero correrme!
-¿Quieres
correrte?
-Sí Amo, por
favor. ¿Me puedo correr? –le digo con penita
-Puedes
correrte.
Dios gracias,
pocos segundos más de masturbación me bastan para llegar a un merecido e intenso
orgasmo. Bebo agua mientras me deja recuperarme un rato y observo como Amo se
deshace de su ropa y coge las esposas dobles. Me quita los zapatos y con las
piernas abiertas coloca las esposas en los pies y con los brazos estirados y
pegados en la cama coloca las esposas en las muñecas, quedando las extremidades
superiores e inferiores totalmente pegadas y para no variar me da morbo.
-Hoy no va a
haber Hitachi ni nada de eso, ya te dije que te iba a torturar pero te va a
gustar. ¿No vas a cerrar las piernas verdad? –me advierte.
Niego con la
cabeza, normalmente con lo único que me resulta imposible mantenerlas abiertas
es con el Hitachi, con lo demás lo controlo por suerte ;).
Amo mete
dedos en mi interior simultaneando con la lengua, no me da tregua ninguna,
chupa, roza, lame, redondea mi clítoris pasando por el botón, me retuerzo y me
dejo llevar por un nuevo orgasmo. Se va al borde de la cama y me ordena ir
hacia él. Es jodidamente difícil levantarse teniendo atadas y unidas manos y
pies.
-No puedo
–le digo frustrada.
-Daira ven
–dice enfurecido.
Sigo
intentándolo, cojo impulso y cuando consigo levantarme caigo hacia atrás. Con
fuerza cojo impulso de nuevo y ahora si consigo permanecer de rodillas e ir
hasta Amo que me da una hostia.
-Te dije que
no te confiaras, aquí no valen los “no puedo”.
-Lo siento
–le digo arrepentida con la cabeza hacia abajo sobre todo porque al final he
podido. Eso me pasa por hablar antes de tiempo y desistir rápido.
-¿Qué?
-Lo siento
Amo –rectifico de inmediato.
Me ofrece su
polla y la mete en mi boca durante minutos hasta que está erecta y lista para
mí. Me doy la vuelta y coloco a cuatro patas donde Amo me embiste con
delicadeza y va subiendo fuerza, ritmo, intensidad, placer y gemidos mientras
escupe saliva en mi culo y mete un dedo. Tengo la cabeza apoyada en la cama y
me estoy quedando sin respiración, yo misma me lo estoy produciendo sin darme
cuenta por lo que ladeo rápidamente la cabeza para coger el poco aire que me
permiten las penetraciones duras y profundas de Amo y así de paso me ve la cara
de sufrimiento/placer que sé que le gusta. En esta postura con estas ataduras
me resulta bastante incómoda y dolorosa para mi espalda, me planteo varias
veces pedirle que cambiemos por el intenso dolor que me provoca, la tengo en
tensión y el cuello también pero al final aguanto y no le digo nada. Me azota
repetidas veces mientras me folla duro y salvaje y se me olvida el dolor. Amo
para, la saca y me tumbo bocarriba. ¡Mierda, quiero agua, para que me tumbo!
Cojo impulso otra vez y ahora me siento en la cama a la primera, indefensa
total Amo me da agua y se lo agradezco. Me vuelvo a tumbar y me deslizo hacia
arriba hasta apoyar la cabeza en la almohada. Me quita las esposas liberándome
por completo y comprobando que todo está en orden.
-¿Estás
bien?
Le asiento y
sonrío a la vez.
-Ahora va a
ser al contrario, quiero que busques tu orgasmo. Céntrate ahí abajo.
Mete dedos
en mí y los mueve despacio mientras yo muevo mis caderas al unísono buscando
ambos el orgasmo. La curvatura de los
dedos haciendo el gesto famoso de “ven aquí”, el movimiento acelerado y la
profundidad de los dedos me indica que Amo está estimulando el punto G para
intentar conseguir el deseado squirt. El placer es intenso, desorbitado, el
calor inunda en mi cuerpo y chorreo literalmente de sudor y Amo igual. Mis
gemidos y gritos se hacen eco del momento y Amo me tapa la boca para acallarlos
mientras sigue con su búsqueda. Quita la mano y muerdo mi brazo con fuerza de
la fuerte tortura que me está provocando.
-Córrete
puta.
Siento que
se está quedando sin paciencia pero no puedo forzarme a algo que no sale por sí
solo, mis ganas de correrme están cerca pero no siento las ganas de hacer pis y
no creo que la corrida sea la esperada. Minutos después me dejo llevar por un
espectacular orgasmo quedando totalmente relajada y saciada y Amo finaliza. No
sé si le habrá sido satisfactorio o no… ¿Y si nunca soy capaz de llegar al
squirt? ¿Es culpa mía?... Sé que Amo no se rinde y ambos seguiremos
intentándolo. Me deja recomponerme unos minutos mientras mi respiración y mi
aliento se normalizan. Me siento ida, en mi subspace pero poco a poco me
recupero.
-¿Bien?
Asiento como
buenamente puedo y sigo a Amo hasta el salón. Las piernas me flaquean y mi
cuerpo tiembla. Apoyado en el sofá y yo en Él nos besamos mientras nuestros
cuerpos se van secando del calor originado.
-¿Con más ganas
de complacerme?
-Siempre –le
susurro.
En el mueble
de la televisión veo el paquete de tabaco y un cigarro fuera y me tenso al
creer que me lo va a apagar en el culo (ya me advirtió que lo iba a hacer algún
día) pero no, se sienta en el sofá y a su lado me acomodo para hacer mía su
polla mientras Amo se fuma el cigarro. Le encanta acabar así.
-Cada vez lo
haces mejor. Tienes hambre ¿eh?
Una ya la
tiene controlada y sabe dónde ir y cómo hacerlo y a mí el hambre de mi dueño no
se me quita nunca. La masturbo con la mano mientras se la como y redondeo con
la lengua el glande, chupo de arriba abajo y toco los testículos.
-Ya casi lo
tienes. ¿Quieres leche de tu Amo?
Emito un
sonido en señal de “sí “y le asiento por si no ha quedado claro.
-Eres la
mejor.
Como de
costumbre observo sus movimientos y las piernas comienzan a temblar, su cuerpo
a tensarse y su leche a salir hacia mi fino paladar que saboreo y degusto con
ganas.
Mientras
tanto descanso en su pecho y me acaricia la cara suave y lentamente.
Daira.
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