miércoles, 11 de julio de 2018

Nuestra unión: seguimos creciendo juntos 🎩🐶


La sesión se adelanta un día, Amo no sabe ni en el día que vive pero no importa, llevamos dos semanas sin sesionar y así nos veremos antes. Esta sesión me hace especialmente ilusión ya que es la primera donde le voy a llamar “Amo”. El viernes día 6 quedamos y me lo dijo, ya no tenía que llamarle de usted, no me lo esperaba y apenas supe reaccionar, pero la ilusión que me hizo solo la sé yo. Muchas veces había pensado en ese momento pero nunca creí que llegase a pasar… yo sabía que no era lo que ÉL buscaba pero me alegra saber que poquito a poquito le voy dando lo que necesita desde mi nivel. Me regaló un collar como simbolización a nuestra unión y el cual le gustaría que llevase para las quedadas. 


Mientras cenamos me propone ir al cine y acepto encantada, sé para qué. A Amo se le antojó hace semanas hacerme un dedo en el cine y me daba que hoy iba a ser el día. Elegimos una película que él quería ver y a mí me daba igual y confiando en que hubiese poca gente el tiro nos sale por la culata...o no… ¡Hay mucha gente, más morbo! La mano de Amo empieza a merodear por mi pierna derecha lentamente, acariciándola y tocándome por encima del pantalón y en tan solo segundos ya estoy empapada y mi piel erizada, observo a las filas de la derecha con provocación para que se den cuenta pero nah, están en la película. ¡Qué gente tan poco observadora!
-Ya estoy cachonda -le susurro a Amo
-¿Sí? – se ríe –Si es que eres una zorra.
Con sigilo bordea la parte bajera del pantalón, al ser tan ajustado resulta algo complicado y en ese momento me pregunto seriamente por qué no me habré puesto una maldita falda.
-Desabróchate el pantalón – me susurra
En dos segundos el pantalón está desabrochado, Amo mete la mano pero nada, el pantalón es de cadera alta y es imposible meter la mano pero Él no desiste y se va a la pierna izquierda. Me deslizo hacia abajo un poco para facilitarle el proceso y abro las piernas. Con cautela y tras varios intentos y caricias lentas consigue meter un dedo (solamente de imaginármelo de nuevo me pongo cachonda) sonrío, le miro provocadora, contengo un poco los gemidos, resoplo…
-Tú a la película – me dice
Amo mete y saca dedos despacio y poco a poco va aumentando ritmo e intensidad, redondea, me remuevo entre el asiento, estoy completamente mojada y excitada, si no fuera por la gente estaría cabalgándole como si no hubiera un mañana… Minutos después saca el dedo y se lo chupa…
-Mm que buena estas, abróchate y vuelve a ponerte cómoda.
¿Ya? No por favor. Sí, me deja a medias, completamente cachonda, como le gusta putearme…en ese momento siento un odio máximo hacia él jajaja.
Terminamos de ver la película y vamos a su casa, cigarrito, se ducha y mientras me preparo, por orden de Amo: vestimenta oficial (falda de cuero con cremallera que se abre entera y le encanta, top negro, medias por encima de la rodilla, zapatos negros, labios rojos, ropa interior negra y que además estreno y mi collar). Son casi las 2 de la mañana y preveo que nos vamos a acostar a las tantas…. Amo sale y me dirijo hacia Él, me da una vuelta, piropo, me susurra cosas en el oído y se empalma.
-Yo tengo un problema contigo – me lleva la mano a su más que evidente paquete.
Sonrío, eso no es problema Amo, me encanta ponerte cachondo sin ni siquiera tocarte. Me apoyo en el sofá, me chupa el cuello y automáticamente mi respiración se hace firme y sonora y se acelera…después nos besamos.
-Quítate las bragas – me ordena
Con cuidado de no pegarme la hostia madre por los tacones me quito el tanga despacio y se lo entrego a Amo que me lo pone de mordaza. Le sigo hasta la habitación, en la cama están las esposas dobles moradas, cuerdas y el látigo de cordones de yute hecho por Él mismo.
Se coloca detrás de mí y me susurra varias cosas al oído mientras tira de mi pelo y mi cabeza se tensa hacia atrás.
-Como tenemos poco tiempo hoy nos vamos a centrar en tu placer y la próxima en el mío, quiero que me guíes por donde más te gusta y no podrás correrte hasta que yo no te diga.
Joder, ya estamos… le asiento con la cabeza y me quito el tanga de la boca por orden suya que tiro en la cama cuando me hace una señal para que junte las muñecas y me ata con la cuerda bajo mi mirada expectante. Me apoyo en la cama con el culo bien expuesto y me azota con la mano y después con el látigo, joder como duele, contengo la respiración.
-¿Qué tal?
-Pica.
-¿Sí?
-Sí, mucho.
Me incorporo y tumbo en la cama bocarriba con las manos por encima de la cabeza y Amo me besa, baja la cremallera entera de la falda quedando ésta abierta debajo de mí, empieza a jugar con mi cuerpo, besándolo… dando pequeños mordiscos por las zonas que más me ponen, le miro y sonríe cuando ve que me remuevo… no sabe ná. Recorre mi barriga hasta llegar a mi sexo, roza mi clítoris y me lo come con su técnica, el calor empieza a hacerse dueño de mi cuerpo, gimo, levanto las caderas para dar mejor acceso, no me hace falta guiarle, Amo sabe dónde ir. Las manos se me duermen tanto que se me hace casi imposible mover los dedos para avivarlas.
-¿Qué te pasa? ¿Estás bien?
-Que se me han dormido las manos.
Amo me quita la cuerda liberando mis manos y las muevo con fuerza para despertarlas. Poco a poco van volviendo a su ser mientras mi cuerpo está a punto de liberarse…
-Pare Amo pare, que me corro – digo rápidamente
Amo para y me da una hostia.
-Y me llama de usted encima –dice con un leve tono enfurecido.
Joder, es la costumbre pero tampoco creía que me corrigiese por eso…  Quita mi falda que aún permanecía debajo de mí y se lo agradezco, al ser de cuero me da muchiiisima calor. Sigue acechando por mi sexo con la lengua y esta vez con la mano también. Resoplo a modo de sufrimiento ¡Quiero correrme!
-¿Quieres correrte?
-Sí Amo, por favor. ¿Me puedo correr? –le digo con penita
-Puedes correrte.
Dios gracias, pocos segundos más de masturbación me bastan para llegar a un merecido e intenso orgasmo. Bebo agua mientras me deja recuperarme un rato y observo como Amo se deshace de su ropa y coge las esposas dobles. Me quita los zapatos y con las piernas abiertas coloca las esposas en los pies y con los brazos estirados y pegados en la cama coloca las esposas en las muñecas, quedando las extremidades superiores e inferiores totalmente pegadas y para no variar me da morbo.
-Hoy no va a haber Hitachi ni nada de eso, ya te dije que te iba a torturar pero te va a gustar. ¿No vas a cerrar las piernas verdad? –me advierte.
Niego con la cabeza, normalmente con lo único que me resulta imposible mantenerlas abiertas es con el Hitachi, con lo demás lo controlo por suerte ;).
Amo mete dedos en mi interior simultaneando con la lengua, no me da tregua ninguna, chupa, roza, lame, redondea mi clítoris pasando por el botón, me retuerzo y me dejo llevar por un nuevo orgasmo. Se va al borde de la cama y me ordena ir hacia él. Es jodidamente difícil levantarse teniendo atadas y unidas manos y pies.
-No puedo –le digo frustrada.
-Daira ven –dice enfurecido.
Sigo intentándolo, cojo impulso y cuando consigo levantarme caigo hacia atrás. Con fuerza cojo impulso de nuevo y ahora si consigo permanecer de rodillas e ir hasta Amo que me da una hostia.
-Te dije que no te confiaras, aquí no valen los “no puedo”.
-Lo siento –le digo arrepentida con la cabeza hacia abajo sobre todo porque al final he podido. Eso me pasa por hablar antes de tiempo y desistir rápido.
-¿Qué?
-Lo siento Amo –rectifico de inmediato.
Me ofrece su polla y la mete en mi boca durante minutos hasta que está erecta y lista para mí. Me doy la vuelta y coloco a cuatro patas donde Amo me embiste con delicadeza y va subiendo fuerza, ritmo, intensidad, placer y gemidos mientras escupe saliva en mi culo y mete un dedo. Tengo la cabeza apoyada en la cama y me estoy quedando sin respiración, yo misma me lo estoy produciendo sin darme cuenta por lo que ladeo rápidamente la cabeza para coger el poco aire que me permiten las penetraciones duras y profundas de Amo y así de paso me ve la cara de sufrimiento/placer que sé que le gusta. En esta postura con estas ataduras me resulta bastante incómoda y dolorosa para mi espalda, me planteo varias veces pedirle que cambiemos por el intenso dolor que me provoca, la tengo en tensión y el cuello también pero al final aguanto y no le digo nada. Me azota repetidas veces mientras me folla duro y salvaje y se me olvida el dolor. Amo para, la saca y me tumbo bocarriba. ¡Mierda, quiero agua, para que me tumbo! Cojo impulso otra vez y ahora me siento en la cama a la primera, indefensa total Amo me da agua y se lo agradezco. Me vuelvo a tumbar y me deslizo hacia arriba hasta apoyar la cabeza en la almohada. Me quita las esposas liberándome por completo y comprobando que todo está en orden.
-¿Estás bien?
Le asiento y sonrío a la vez.
-Ahora va a ser al contrario, quiero que busques tu orgasmo. Céntrate ahí abajo.
Mete dedos en mí y los mueve despacio mientras yo muevo mis caderas al unísono buscando ambos el orgasmo.  La curvatura de los dedos haciendo el gesto famoso de “ven aquí”, el movimiento acelerado y la profundidad de los dedos me indica que Amo está estimulando el punto G para intentar conseguir el deseado squirt. El placer es intenso, desorbitado, el calor inunda en mi cuerpo y chorreo literalmente de sudor y Amo igual. Mis gemidos y gritos se hacen eco del momento y Amo me tapa la boca para acallarlos mientras sigue con su búsqueda. Quita la mano y muerdo mi brazo con fuerza de la fuerte tortura que me está provocando.
-Córrete puta.
Siento que se está quedando sin paciencia pero no puedo forzarme a algo que no sale por sí solo, mis ganas de correrme están cerca pero no siento las ganas de hacer pis y no creo que la corrida sea la esperada. Minutos después me dejo llevar por un espectacular orgasmo quedando totalmente relajada y saciada y Amo finaliza. No sé si le habrá sido satisfactorio o no… ¿Y si nunca soy capaz de llegar al squirt? ¿Es culpa mía?... Sé que Amo no se rinde y ambos seguiremos intentándolo. Me deja recomponerme unos minutos mientras mi respiración y mi aliento se normalizan. Me siento ida, en mi subspace pero poco a poco me recupero.
-¿Bien?
Asiento como buenamente puedo y sigo a Amo hasta el salón. Las piernas me flaquean y mi cuerpo tiembla. Apoyado en el sofá y yo en Él nos besamos mientras nuestros cuerpos se van secando del calor originado.
-¿Con más ganas de complacerme?
-Siempre –le susurro.
En el mueble de la televisión veo el paquete de tabaco y un cigarro fuera y me tenso al creer que me lo va a apagar en el culo (ya me advirtió que lo iba a hacer algún día) pero no, se sienta en el sofá y a su lado me acomodo para hacer mía su polla mientras Amo se fuma el cigarro. Le encanta acabar así.
-Cada vez lo haces mejor. Tienes hambre ¿eh?
Una ya la tiene controlada y sabe dónde ir y cómo hacerlo y a mí el hambre de mi dueño no se me quita nunca. La masturbo con la mano mientras se la como y redondeo con la lengua el glande, chupo de arriba abajo y toco los testículos.
-Ya casi lo tienes. ¿Quieres leche de tu Amo?
Emito un sonido en señal de “sí “y le asiento por si no ha quedado claro.
-Eres la mejor.
Como de costumbre observo sus movimientos y las piernas comienzan a temblar, su cuerpo a tensarse y su leche a salir hacia mi fino paladar que saboreo y degusto con ganas.
Mientras tanto descanso en su pecho y me acaricia la cara suave y lentamente.

GRACIAS AMO.



Daira.

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