Tres
duras y largas semanas sin sesionar y prácticamente sin ver a Amo, entre la
quedada, las fiestas de mi pueblo y demás no nos ha sido posible. Al final
acordamos un buen día para ambos: el domingo. Voy contando los días hasta que
por fin llega el deseado en el que cuento las horas, los mensajes que recibo de
Amo son explícitos pero siempre con ese toque de fuerza y ánimo que me da, de
que pase lo que pase ÉL va a estar pendiente de mí y cuidándome. Me consta que
vamos a subir niveles, lo sé de hace tiempo, me pongo más nerviosa de lo que
estaba, hacía tiempo que no tenía estos nervios, parece que fuese mi primera
sesión, va a ser difícil y dura para mí, y Amo lo va a ser conmigo, lo sé. Va a
predominar la dominación mental y el dolor físico. Mi mente se satura ¿Seré
capaz de conseguir llegar al objetivo de Amo y lo que espera de mí? ¿Estaré
preparada? Según dice ÉL cree que si… ¿Le decepcionaré? ¿Podré superar la
sesión? ¿Me hará falta decir la palabra de seguridad? Miles y miles de preguntas
y dudas sin respuesta… Proceso toda la información… deseo y ansío las ocho de
la tarde, hora de la quedada, asique mientras tanto me dedico a prepararme
personal, material, física y mentalmente, cargo el Hitachi, todo lo que
necesito para llevarme y escucho música para ir liberándome así del saco de las
tensiones, o intentándolo al menos. Me encuentro por fin con Amo, vamos a su
casa, en la puerta me paro, me da permiso para pasar, me agarra con fuerza y
ganas y un pasional beso de Amo me descoloca, nuestras lenguas se entrelazan, no
me lo esperaba pero le sigo en ganas y le beso de la misma manera, primer
contacto con ÉL después de estas largas semanas, le echaba de menos, así los
nervios se llevan mejor😊 Paso hacia el salón y Amo me sigue, va a la habitación
y vuelve con un collar marrón de pinchos, supongo que será suyo. Me ordena
sentarme en el suelo como una buena perra y me lo pone, pero jo yo me quiero
poner el mío 😌 Hablamos un rato mientras se fuma su cigarro y
cuando se va a preparar las cosas me quedo leyendo el regalo de Galya y el
Señor Akash sobre la ceremonia de las rosas (Gracias de nuevo), vuelve, se
sienta en el sofá que hay justo detrás de mí y mete la mano por la blusa y
sujetador y tira de mis pezones mientras me agarra del pelo y simula una coleta
con el propio pelo.
-Así
está mejor.
-Ale
ya me he perdido –le digo mientras “leo”
Empiezo
a prepararme y al bajarme los pantalones Amo se acerca a mí y mira con tirantez
mi culo.
-¿Y
esto, qué es este color? no me gusta – dice mientras lo toca por estar
demasiado blanco.
-Lo
sé, ni a mí, habrá que ponerlo morado –le provoco y me da unos cuantos y
seguidos azotes fuertes con su majestuosa mano.
-Ponte
guapa –me susurra al oído y se va a la ducha.
Sigo con mi vestimenta (ropa interior roja, medias
de liguero negras y zapatos negros de tacón. Voy al baño a pintarme los labios
y me topo con la mesa llena de materiales que por supuesto no dudo en mirar,
madre de dios la que me espera (flogger, pala normal, pala con placas metálicas,
palincheta, chapas, velas (de quemar y de las normales), esposas, un trapo o
algo que no sabía que era hasta momentos más tarde que supe que envolvía la
bolincheta…etc.
Ya lista, vuelvo al suelo, me siento y miro hacia la puerta del baño para cuando salga Amo. Al salir, se dirige hacia mí, me da una patada y una reacción enfurecida desata mi miedo.
Ya lista, vuelvo al suelo, me siento y miro hacia la puerta del baño para cuando salga Amo. Al salir, se dirige hacia mí, me da una patada y una reacción enfurecida desata mi miedo.
-¿Qué
haces así?
Le
entiendo de inmediato y me coloco en posición de espera con la mirada y cabeza
agachada. Permanezco así unos minutos, pensando en el grave fallo que acabo de
cometer inintencionadamente. Me levanta agarrándome con fuerza de los pelos y
el collar me asfixia, por suerte el trayecto es efímero y se coloca en cuanto
me suelta de los pelos.
-Manos
atrás de la espalda –me ordena.
Me
pone esposas, muerde mi cuello y automáticamente mi piel se eriza y mi
respiración se entrecorta, va a la cocina y vuelve con las pinzas de madera (no
son de la ropa, son unos palos de madera con una goma que se abren), le miro y
saco la lengua para que me las ponga.
-¿Te
he dicho que la saques?
-No,
perdón – meto la lengua rápidamente.
-Saca
la lengua.
Joder
jajaja. La saco y meto entre los palos quedando privada del habla.
-¿Cuántas
veces te has tocado desde la última sesión?
-Una
–le digo como buenamente puedo.
-¿Una?
Mírame a los ojos, no me mientas –me echa la cabeza hacia atrás.
-Una
-le vuelvo a repetir mirándole a los ojos.
De
verdad que no te mentía Amo, ni tengo por qué ni quiero mentirte. Me toca el
sexo, mi humedad ya era evidente y mete dedos una y otra vez, rápido, fuerte,
inclino la cabeza hacia atrás como seña de placer y le miro a la cara con
deseo. Frota los dedos y mano por toda mi cara llenándome de mis propios flujos.
-Me
gustas tú así más que la de la foto.
Le
sonrío. (Cada vez que me despido de Amo por Telegram le mando un beso con el
sticker de Sasha Grey que sale justo con la ropa que hoy llevo, hace días atrás
me vestí así en casa y me hice una foto más o menos igual, con la cara de zorra
para mandársela a Amo y reemplazar el sticker, y por eso hoy me ordenó ir así
vestida). Me quita las esposas.
-Las
manos las necesito libres, hoy vamos a jugar.
Saca
un bol del armario con papeles doblados.
-Vas
a ir cogiendo uno a uno, algunos tienen varias opciones y tienes que elegir uno
redondeándolo con el boli y otros solo tienen una opción. Conforme vayan
saliendo y eligiendo lo iremos haciendo. A ver que saca esa mano inocente.
Cojo
el primer papel, tres opciones, joder que difícil, al final me decanto por la
mano…esa mano…así iré entrando en calor, cojo el boli y redondeo…
-¿Vas
a aguantar mucho por mí?
Le asiento. Sí mi Amo, todo lo hago por y para
ti. Y así de paso, superarme a mí misma como ya sabes.
Me
apoyo en la mesa con el culo expuesto para recibir los azotes. Realizo mis
ejercicios/series de respiración/relajación previos a cada azotaina que me
espera.
-¿Preparada?
-Sí.
-¿Si, qué?
-Sí, Amo.
Me los da fuerte, como era de esperar.
-¿Cuántos van?
-Nueve.
¿Nueve, seguro? -intenta hacerme el
lío
-Sí, sí- estaba totalmente segura, los
había ido contando 😊
Da los once restantes de la misma manera, con
fuerza y precisión. Cojo otro papelito, con otras tres opciones difíciles. Al
final me decanto por la pala, porque inteligentemente pienso que si ya me azota
con la palincheta me va a hacer sangre y herida pronto y luego no aguantaré
muchos azotes y del cinturón paso (inocente de mí, quien me iba a decir que el
azar se iba a poner en mi contra)…jajaja
Esta pala me gusta y por eso la he
elegido aunque es muy dura y hace bastante daño, pero como eran poquitos azotes
los aguanto humildemente aunque sin evitar dar algún que otro grito, reaccionar
mi cuerpo y entrecortándose mi respiración. La baba se me cae a la mesa y la
que me resbala por mi barbilla la limpio con la mano.
-Tranquila que va a haber más.
Vale, siguiente…Con esta no me hace
falta pensármelo, se cual quiero nada más abrirlo. Lo redondeo, miro a Amo
pervertida y sonríe.
-Zorra. Asique veinte fuertes con la
palincheta –dice mofándose.
-No ponía fuerte –me atrevo a decir
aun con las pinzas en la boca, Amo no me entiende y me entra la risa, me regaña
y dice que no me ría, las pinzas se me caen, me las pongo rápidamente y se lo
repito como dos o tres veces, vaya espectáculo jajaja.
Me da los diez primeros golpes,
sintiendo como se clavan las chinchetas…Argg me encanta. Me dice que me
incorpore, quita mi sujetador entero y lo tira a la otra mesa, me ordena que me
dé la vuelta y dice que me va a azotar por las tetas y el coño… ¿Qué? ¿En
serio? Voy a flipar… Cierro los ojos y respiro…
-Vamos masoquista –dice Amo con ánimo
y orgullo.
Reparte los diez azotes sobrantes por
mi barriga, por el coño y por las tetas. Voy sintiendo como el calor se hace
notar por todo mi cuerpo. En cada golpe mi cuerpo se gira 45 º y cuando me
recupero vuelvo a mi sitio… las chinchetas clavadas en los pezones es
brutal…puf.
-Mm ya te empiezan a sangrar las
tetas… -dice Amo satisfecho.
Cojo otro papelito: chapas; tenía
ganas de probarlas aunque creo que nunca se lo llegue a decir a Amo.
Tengo que estar 5 minutos de rodillas encima de ellas, una por rodilla. Amo las coloca en el suelo y dejo caer el peso en éstas, joder que dolor, como se clavan… abro y estiro los brazos, con uno toco el sofá y con el otro la mesa, Amo ha puesto un cronómetro en ésta, miro para ver cuánto queda pero no alcanzo a verlo. Me pone un hueso en la boca, Amo había comprado ese juguetito para mí🐶 Me azota con el flogger en la espalda, bastante fuerte diría yo ya que me hace daño, más de lo normal, siento como si se me “clavase” en la piel, creo que nunca he sentido eso con el flogger. Se sitúa delante de mí y aprieta y tira fuerte de mis pezones.
Tengo que estar 5 minutos de rodillas encima de ellas, una por rodilla. Amo las coloca en el suelo y dejo caer el peso en éstas, joder que dolor, como se clavan… abro y estiro los brazos, con uno toco el sofá y con el otro la mesa, Amo ha puesto un cronómetro en ésta, miro para ver cuánto queda pero no alcanzo a verlo. Me pone un hueso en la boca, Amo había comprado ese juguetito para mí🐶 Me azota con el flogger en la espalda, bastante fuerte diría yo ya que me hace daño, más de lo normal, siento como si se me “clavase” en la piel, creo que nunca he sentido eso con el flogger. Se sitúa delante de mí y aprieta y tira fuerte de mis pezones.
-Ahora te levanto yo –me susurra a
modo tranquilizador.
Le miro con cara de sufrimiento, hago
muecas de dolor, Amo me va diciendo lo que va quedando…2 minutos…uf que pase
esto ya. Me apoyo en su costado y el móvil suena, bien, ya han pasado los 5
minutos, Amo me levanta despacio, me siento como en una nube y mi cuerpo flojo,
las piernas me tiemblan…
-Buena chica, lo has hecho muy bien,
tu eres fuerte y puedes con esto y más –me susurra mientras nos miramos
mutuamente a los ojos.

-Mm tienes el culito lleno de sangre.
(De antes, de la palincheta).
Siguiente papelito, dudo entre ojos y
manos pero al final opto por las manos, ya que a mí me encanta ser atada. Con las manos hacia delante, Amo me pone las esposas. El siguiente papelito no
tiene opciones, es una, sin más, y una que no me gusta nada, resoplo cuando la
veo.
-Es que quiero los tres –le digo con
penita y me quita el papel de las manos.
-Estas perras consentidas… -dice Amo
Coge el estimulador, me baja el tanga y me
lo pone en el coño pero no siento nada, me lo da a mí para ver si conmigo si
funciona y así es, únicamente funciona con mi mano, me lo pongo en el coño y en
las tetas por orden de Amo y siento los calambres. Me gusta la sensación. Curiosamente
le iba a pedir utilizar este aparato en alguna sesión (ya lo había probado un
día así por encima y me gustó). Coge una toalla y nos dirigimos a la
habitación, la coloca en la cama para no mancharla de sangre y me quita las
esposas.
-Tienes las manos llenas de sangre…
chúpatelas –lo hago- ¿A qué sabe? –me pregunta.
-Pues a sangre, a hierro… y después me
las chupa ÉL.
Me tumbo en la cama y me pongo el
antifaz, me pregunta qué vela era la que más dolía y no lo recuerdo, escucho el
mechero y en cuestión de segundos siento las primeras gotas caer en mi cuerpo,
me lo va llenando de cera; las tetas, la barriga…enciende otra vela y hace lo
mismo, me quejo, gruño, algunas gotas me queman bastante, ladeo la cabeza con
muecas de dolor…las apaga.
-Te quejarás pero por aquí es evidente
–dice tocándome el coño.
Me quita el tanga, se acopla entre mis piernas
y me lo come hasta llegar al orgasmo. Vamos a la cocina a quitarme la cera, la
recojo del suelo y vuelvo al salón a por otro papelito. ¿Y la polla? Se lo ha
saltado…jo 😌
Já, que bueno es el azar cuando
quiere, elijo la mamada ya que veo que al final no tengo, Amo me sonríe
divertido y yo a ÉL pervertida y zorra.
-Ya echaba de menos tu boca. Disfruta
de tu descanso, tu seta para ti.
Le redondeo el glande, sé que así le
gusta. Chupo de arriba abajo, me obliga a garganta profunda un par de veces,
hasta donde me llegue, la siento en la campanilla y al darme la arcada la saco,
y vuelvo a hacer lo mismo una vez más. Me pongo a cuatro patas, se enciende un
cigarro y apoya el cenicero en mi espalda amenazándome con la vara si se cae al
suelo. Me restriego la polla por toda la cara mientras saco la lengua y miro a
Amo a la vez, me encanta hacer eso.
-¿Quieres cenar?
Le asiento, Amo se pone de pie y se
corre en mi boca, le enseño el semen y trago cuando me lo ordena. Me besa.
Siguiente…uf, difícil decisión. Amo me presiona para que elija porque tardo
mucho…
Bueno, elijo pala otra vez. El cable duele
mucho y la vara como que no…Manos, brazos y codos apoyados en la mesa, Amo
enciende dos velas y las coloca debajo de mis tetas, con la llama bien cerca
dándome calor mientras me azota con la pala duramente, echo el cuerpo hacia un
lado, me recupero y vuelvo, grito, me quejo, gruño…jodeeeeeer.
-¿Cuántos azotes eran, Amo? – no
estuve en el detalle de que no ponía numero en el papel.
-Ochenta.
Anda ya, ni hecho aposta…me río yo del
azar… que coincidencia que el último papel no tenga número de azotes y que Amo
pueda hacer la trampa que me tendió por el grupo, el número de menciones sería
el número de azotes de castigo.
-¿Palabra de seguridad?
-Rojo.
-¿Puedes parar cuando quieras?
-Sí Amo.
-Si tienes que hacer descansos haz los
que necesites, pero no te extralimites ¿vale?
-Vale.
Me dice que a partir del azote veinte
más o menos puedo empezar a grabar, preparo la grabadora para tenerla a punto,
Amo pone su móvil en el armario para grabar toda la escena. Muevo las piernas
para relajarme y respiro profundamente. Inicia los golpes, duros, firmes,
contundentes, mi cuerpo apenas reacciona, los aguanto, en el azote diecinueve desbloqueo
el móvil y en el veinte le doy a grabar, en el número treinta o así pierdo la
cuenta, el dolor poco a poco se acentúa pero apenas articulo sonidos ni
movimientos, solo se mueven mis ojos que se cierran y abren en cada golpe y
muerdo mi labio. Los últimos me duelen bastante, el lado derecho lo tengo
sobrecargado por los golpes anteriores acumulados y empiezo a quejarme, mi
espalda se tensa (todo esto lo sé porque me lo dijo Amo, yo no me doy cuenta,
es involuntario) y cambia al lado izquierdo, joder este me duele mucho más, la
pantorrilla se me hace insoportable (esto me pasa con todos los objetos) y de
repente Amo para. ¿Ya han pasado los ochenta azotes? Se me ha hecho súper
corto. Paro la grabación, tiro el móvil al sofá, me desata, me coge de los
pelos con brusquedad y me lleva al baño, me ata con la correa al bidel y me
encierra.
-Aquí quieta hasta que vuelva.
Intento no pensar mucho en la
claustrofobia. Estaba preparada para esto, algo me olía. Me deja una luz tenue,
por suerte. Miro todo a mí alrededor, a mi izquierda y justo al lado del bidel
hay una botella de agua, un objeto negro que no consigo descifrar ya que no lo
cojo y una botella de ron blanco vacía, ¿qué hace esto aquí? Ignoro todo, no me
importa, solo estoy concentrada en no agobiarme…. auto gestiono a mi cerebro y
me auto convenzo, no pasa nada Daira, tienes luz, Amo está fuera, pendiente, ÉL
te cuida y te protege, no va a dejar que te pase nada, miro la ventana y está
cerrada pero no me agobio, no siento la necesidad de tener algo de aire, pienso
en las veces que me meto al baño a ducharme y están cerradas… Permanezco de
rodillas, en posición de espera, indefensa, me miro al espejo de la ducha, lo
único con lo que me puedo “entretener” ya que está justo en mi derecha y casi
rozándome debido a mi limitado espacio para moverme, me siento para descansar
las rodillas, me duelen de las chapas. Tengo hambre, ¿estará preparando la
cena? Creo que sí, escucho platos de lejos mientras sigo esperándole… El eco de
los pasos de Amo me posiciona de nuevo en espera, ya viene a por mí, que
ingenua yo… pasa y me deja una bandeja en el suelo delante de mí con tres
trozos de pizza.
-Cuando acabes me avisas –dice y se
va.
¿Y no me trae agua? Jo yo necesito
algo para beber mientras ceno. Me siento de nuevo para estar más cómoda y
empiezo a cenar, apenas me entra, supongo que será de los nervios. Durante
varias veces me viene la idea de beber agua del bidel pero la descarto, quizás
Amo me escuche y se moleste. Me mentalizo para comerme todo o Amo se enfadará,
me dan arcadas y no quiero obligarme. El tiempo pasa, pienso que Amo quizás
este enfadado por tardar y pronto vendrá. Sin más, la puerta se abre, me
inquieto… me queda aún un trozo de pizza…
-¿Todavía vas por ahí?
-Es que no me entra –le digo mirándole
con algo de miedo.
Pasa, coge la bandeja, me desata del
bidel y le sigo hasta el salón. Le pido por favor agua y me dice que tenía en
el baño. (Resulta que la botella de agua que había era para mí y la de alcohol
vacía era para llamarlo con un palo de metal a modo de campana por si
necesitaba algo, yo ese palo ni lo vi). Nos sentamos en el sofá, vemos y nos
pasamos el sonido y el vídeo, nos hemos pasado de ochenta azotes 😊 y durante un rato descansamos y hablamos. Se
levanta y me llama, acudo y probamos golpes con un cable, por delante y por
detrás, joder en el culo duele pero por delante ya es exagerado, me protejo con
la mano y Amo me regaña para que la ponga en mi sitio, con nada que me roza ya
me deja marca en la piel. Me pone el sujetador y cuelga la bolincheta de forma
que justo me dé en el coño. La sensación me gusta, me balanceo y juego con
ella, Amo se ríe y la balancea sobre mí, le digo que así no que me duele, una
hostia que no sé ni por donde me viene me pone en situación de inmediato.
-No te olvides que seguimos dentro.
-Perdón Amo.
Cojo el Hitachi, vamos a la habitación
y me ordena tumbarme en la cama bocarriba y taparme los ojos, los tapo con las
manos y me dice que tengo un antifaz al lado pero le ha gustado la intención
jajaja. Me lo pongo. Me pone la barra separadora en los pies y las refuerza con
bridas.
-Concéntrate en la cama.
Me da el Hitachi y me lo pongo directo
al clítoris mientras me azota con una especie de palo chino pero más largo y
cuadrado. Me retuerzo cuando me da sobre todo en los pezones, los tengo
bastante sensibles por los golpes anteriores y encima me tira ÉL fuerte también.
Me remuevo, me estremezco…Lo siento cerca y de repente la polla me toca la
cara, se ha sentado encima de mí. La devoro un instante y me la quita. Me
arrebata el Hitachi y mete un dedo en mi interior, me explora, lo mueve
despacio y sube ritmo, intensidad y placer, la respiración se me entrecorta en
varias ocasiones, me asusto, el placer es muy intenso y Amo no cesa, sigue explorando
el punto G y el maldito squirt. De la intensidad tan fuerte me duele el coño,
mezcla de placer y dolor, mis gemidos suenan en toda la habitación aunque
también son de sufrimiento, de tortura, tengo rabia, impotencia…no consigo
llegar de esa manera aunque me corro un par de veces. Amo para y vuelve a darme
el Hitachi mientras descanso y me libera de la barra separadora. Vuelve a
quitármelo y me ordena a cuatro patas en el borde, voy despacio ya que no veo y
me guía. Se pone a mi lado para que se la coma, me quita el antifaz, le preparo
la polla y cuando esta lista y a su gusto me da el Hitachi de nuevo de regalo y
me la mete despacio, siento dolor, lo tengo demasiado sensible, me duelen las
paredes del coño y Amo sigue metiéndola y sacándola suave, poco a poco el dolor
remite y sube un poco el ritmo y la intensidad, me deleito con el loco vibrador
y apoyo la cabeza en la cama por el placer, jadeo, gimo, araño las sábanas, en
cada embestida los testículos me golpean y me excitan aún más, miro al espejo
para vernos y le miro con cara de puta pervertida.
-¿Te gusta con las dos cosas?
Asiento y sonrío. Se tumba en la cama,
de rodillas en ésta y con el culo expuesto le como la polla de nuevo mientras
sigo masturbándome.
-Me estoy imaginando el trío y madre
mía…Zorra.
Sonreímos pícaros. Ambos nos excitamos
de pensarlo.
-Vete a sentarte al borde con las
piernas abiertas y hasta que no termines no te des la vuelta –me ordena.
Lo hago, me pego un festín con el
vibrador y tardo poco en llegar, estaba al límite. Cuando me corro me doy la
vuelta y le digo a Amo que ya. Me ordena quitarme los zapatos y tumbarme a su
lado, en su pecho, orgulloso de mí, descansamos mientras las respiraciones se
acompasan. Probamos con una aguja en el costado, eso me pasa por picarle. Nah,
pensaba que iba a ser peor. 😊
GRACIAS AMO.
Daira.